En esta nueva entraba de Mi Viky y Yo, voy a tratar de ilustrar una bonita ruta senderista que hice a principios de julio. Se me ocurrió, que ya que habíamos andado por las márgenes del río Mundo, a su paso por Aýna y Liétor, que no estaría mal, acercarnos también a su nacimiento, en Riópar, que hacía un montón de tiempo que no visitaba. Hombre, lo suyo es hacerlo al poco de un "reventón", por aquello de ver la cascada y el incomparable rincón en el auge de su espectacularidad, pero en fin, uno hace las cosas cuando se le ocurren, y unas veces, coincide con el momento más idóneo para visitar un lugar, y otras muchas, te das cuenta que te has adelantado o llegado tarde. Dicho esto, pocas veces nos encontraremos con un nacimiento fluvial tan impresionante e insólito y enmarcado en un emplazamiento orográfico tan monumental y bello. El río Mundo nace al despeñarse su catarata casi a doscientos metros desde el circo calcáreo que forma el Calar del Mundo, un lugar turístico por antonomasia, conocido de todo el orbe como Los Chorros del Río Mundo.
Llevo idea de darme un paseo por la orilla del río, a través de este recorrido que he encontrado muy interesante y que se adapta a mis pretensiones, esto es, andar un poco en plan paseo, disfrutando al mismo tiempo de la fotografía. Cuando llegue a Los Chorros, me daré una vuelta para comprobar cómo de bonita luce la cascada, si tenemos en cuenta, que ya nos encontramos en pleno verano, y por su merma de caudal debido al estiaje, su estampa no debe descollar muy allá, aunque recordemos que estuvo lloviendo, y bastante, entre finales de mayo y principios de junio, es decir, que alguna bonita fotografía de la catarata, junto con otras, podremos traernos de nuestra excursión, caminando junto a la vera del río.
El recorrido que subió a Wikiloc, nuestro cicerone de esta ocasión, hace más de diez años, propone un paseo por la margen derecha del río Mundo, saliendo desde un villorrio que tiene por topónimo, La Casa de la Noguera. El recorrido irá atravesando un típico bosque de ribera, poblado de fresnos, encinas, pinos y otras muchas plantas características del entorno ripario, entre ellas, el musgo y una que me agrada ver especialmente como el helecho. También durante nuestra andadura iremos descubriendo rincones y remansos fluviales de singular belleza, algunos de los cuales, vamos a intentar capturar con la cámara para "echarlos a la saca" de este rincón cibernáutico.
El recorrido se desarrolla por senderos y caminos alfombrados y protegidos en umbría, por terreno llano la mayor parte, con lo que es una excursión muy propicia para hacerla en verano, siempre al amparo de la sombra, y si sintiéramos un repentino achuchón de calor, nada más fácil que refrescarse con un remojón al canto. Algo que no se puede hacer en el entorno y proximidades de Los Chorros porque se halla expresamente prohibido.
Iremos disparando a todo detalle que nos llame la atención, evolucionando a través del siempre placentero entorno acuático.
Resulta de lo más agradable caminar por aquí, ideal para eludir los rigores del verano.
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De vez en cuando se hace la luz para volver a introducirnos entre penumbras fluviales.
FINAL PRIMERA PARTE
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