Pegadas a la pared, existen unas escaleras para acceder a la plataforma del
escalón superior. Un lugareño me estuvo explicando que existe una poza más
profunda, ubicada a la izquierda del grupo de chicos, donde se puede nadar y
lanzarse de cabeza desde una roca en la ladera del monte.
Me decía también el vecino de Liétor, que justo en medio del azud había un
banco para relajarse con la visión y fragor de la cascada pero que una
fuerte riada lo arrastró río abajo, y ya no lo han vuelto a restablecer en
su sitio original, al menos, de momento. Lo he buscado y helo aquí. De lo
más original, y sería una pena que no lo volvieran a colocar en lugar tan
pintiparado.
El afable y conversador letuario (que vivía en Alicante pero los findes
se venía pal pueblo), me decía también que el año pasado instalaron una
tirolina en el paraje del Pilancón, la urbana más larga de España, y de ida y vuelta, me comentó. En
efecto, he buscado y ¡bingo!...otro reclamo más de cara al turismo.
En fin, rincones de España, interesantes y lindos de verdad, en este caso, bien cerquita
de casa, en la vecina Castilla La Mancha, en Liétor, Albacete.
Desde aquí se puede atisbar la ubicación de la poza más profunda del
azud.
Desde esta zona rocosa suelen saltar los chicos a la vaera más profunda del
azud
Detalle de los ubérrimos huertos de Liétor
Estupenda panorámica de la hoz de Liétor
Desde aquí se pueden distinguir bien las escaleras del mirador y cueva del
Pilancón.
Nos cuesta abandonar el lugar pero nos vemos obligados a ir buscando el
pueblo y por ende, el cierre del círculo.
Para ello, tenemos que afrontar un fuerte repecho, bajo el sol abrasador e
inmisericorde de las dos de la tarde, flanqueados de aterrazados olivares y
sin que nos corra un pelo de aire, aunque ya se sabe que sarna con gusto no
pica. Hay que apretarse los machos y salir de este infierno cuanto
antes.
Una vez más la típica imagen del Liétor suspendido a 100 metros de altura
sobre el valle del río Mundo.
Creo que es una réplica de uno de los murales que existe en la ermita de
Belén.
Según reza la web ya enlazada en el primer capítulo de esta serie: la importancia de esta ermita reside en el gran ciclo pictórico
que adorna todos sus rincones con unas muy peculiares pinturas, en una
línea ingenua y colorista dentro de la mejor estética popular.
Estilísticamente, estos murales están llenos de encantadores arcaísmos e
imperfecciones, pero es quizá eso lo que le confiere un notable interés.
Realizadas por anónimo autor entre los años 1734 y 1735. Se realizaron
en muchos casos por iniciativa o encargo de particulares que encargaron
se represente el santo de su nombre o de su devoción. Se representan en
retablos, cuadros, tapices, cueros o entre cortinajes y ángeles. Con
diversa decoración vegetal, arquitecturas ilusorias, florones, fruteros
y aves. Aquí desfilan santos, santas, escenas, decoración, hasta la
alegoría de la muerte, acompañados en ocasiones de sentencias y versos
ejemplificadores. El conjunto ofrece una gran variedad iconográfica. Por
todo los expuesto, fue declara Monumento Nacional el año 1976.
Me llamó la atención el nombre de la calle.
La fuente del Parque de la Concordia, que activaron los del consistorio
su mecanismo de bombeo para celebrar mi cierre del círculo. ¡Todo un
detalle! Aunque eché de menos la banda de música.
Desde el otro lado
Instantáneas de Liétor capturadas desde el paraje la Escaleruela, en la
carretera a Elche de la Sierra.
Y hasta aquí, lo que dio de sí mi excursión por Liétor pueblo y sus
inmediaciones. Ha sido una ruta más turista que senderista, porque hemos
transitado por calles, por terreno asfaltado y caminos, superficie dura, que
no es lo que más me agrada y sienta bien a mis rodillas pero creo que ha
valido la pena porque ha resultado muy interesante, cautivador, desde todo
punto de vista. Y como las comparaciones son odiosas, no voy a comparar la
orografía de ninguno de los tres pueblos a ver con cual me quedo. Los tres
por separado atesoran su particular historia, idiosincrasia de sus gentes,
sus peculiaridades del relieve, su encanto, pero en mi caso, que hasta ahora
los conocía solo de oídas, prefiero estimarlos como en una unidad
territorial (lo que en la antigüedad se conocía como la Encomienda de
Segura, de la Orden de Santiago) con paisajes preciosos y únicos (imaginando los escondidos, los aún por
conocer) que han ido modelando, con el transcurrir del tiempo, los ríos
Bogarra y Mundo, que espero haber sabido reflejar en algunas de las
fotografías compartidas en este blog. En la siguiente entrada, estoy
preparando un paseo, un retorno por mejor decir, a LAS FUENTES DE MULA,
sitas en Bullas, que hace unos días, me di un garbeo por su corto pero
intenso trayecto, que resultó la mar de productivo. He aquí 👇una muestra.
Dicho esto...
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