La Jarota Chica si miramos al noroeste (NW) se hará omnipresente.
Loma de Alcaboche y Torcales
Desde una posición más elevada ya damos vista al embalse del Taibilla, que desde aquí, parece poco más que un charco.
Campos de La Matanza y la Guiscanera. Ya me gustaría a mí conocer el origen del primer topónimo, aunque sospecho que puede proceder su nombre de alguna refriega que aconteciera por aquí entre moros y cristianos.
Cuerda de la Gitana, de la Sierra del Zacatín, y por debajo, el observatorio forestal de El Toyo.
Impresionante darse de bruces con la estampa de este farallón rocoso. Causa más impacto verlo in situ que en fotografía. De una belleza singular. Me dejó boquiabierto. Recomiendo su visita.
Ese franqueable cercado que se observa en la parte inferior derecha de la imagen, marca el límite de los términos provinciales.
Estas prominentes columnas pétreas me parecen de una belleza notable. ¿Acaso lo que registran mis pupilas y por ende, el sensor de la cámara es solo una montaña, un cielo estelado, unos insignificantes peñascos...?, ¿o es la naturaleza que se yergue majestuosa en su conjunto?
Hemos de salvar la endeble valla a nuestra derecha y pasar a demarcación de Nerpio. Entretanto, no es cuestión de desdeñar el paisaje que se ofrece en derredor.
Cerro del Servalejo (1659m) y Sierra de Moratalla.
Las Quebradas y "las antenas de Nerpio".
Ya nos encontramos en el vértice geodésico y en la gran explanada que lo hospeda. Es una cima muy amigable, de fácil acceso y grandes panorámicas donde se disfruta de una plena libertad de movimientos. Solo se requiere no acercarse en exceso al cortado por aquello de evitar el despiste y la caída fatal al abismo.
Desde este privilegiado punto de observación, y con tranquilidad y paciencia, auxiliado de prismáticos, se pueden identificar las prominencias ubicadas en las diferentes montañas de nuestro entorno, en los 360º libres de obstáculos que se pueden otear desde el vértice, abarcando orografías próximas y distantes de las provincias de Murcia, Albacete, Jaen y Granada (La Sagra). Todo un lujo para las pupilas del senderista fisgón insaciable.
Peña Jarota se halla ubicada en el extremo septentrional de la Cuerda Gitana, divisoria de aguas de La Rogativa y linde de provincias, encontrándose el pilón del vértice geodésico a unos imponentes 1496 metros, en una esquina de la altiplanicie, en demarcación de Albacete. La murciana debe andar a unos metros a la derecha del mojón (según la foto).
Aprovecho la coyuntura para inmortalizarme en tan excepcional enclave, antes de dar rienda suelta al disparador de la cámara, mientras hago breve recorrido por la espaciosa meseta jaroteña.
Registrando el vértice desde el lado murciano
Abandonamos la cima y recorremos la peña por los flancos todavía sin explorar (SUR y ESTE).
Jarota debió ser otero y fortificación natural defensiva para el hombre primitivo como lo demuestran los restos de un poblado íbero en su cima, el abrigo de la Rogativa del Neolítico, o su proximidad (dos kilómetros al Norte sobre la umbría del Calar del Pino) del Torcal de las Bojadillas, uno de los abrigos rupestres mejor conservados de Nerpio.
De las grietas y oquedades de la peña surgen gran cantidad de pájaros brunos de mediano tamaño. Al parecer, habita por aquí una importante colonia de chova piquirroja (fotografía prestada).
Los restos de un antiguo aprisco
Tomamos distancia de la peña en dirección sur. Ahora tenemos que improvisar con la ayuda del gps, un camino de aproximación a Jarota Chica, nuestro siguiente objetivo a alcanzar.
Los vertemierdas del espacio aéreo no pararon en todo el día.
¡Vaya tela! Y continúan.
FINAL SEGUNDO CAPÍTULO
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