Una vez abandonamos el refugio, proseguimos bordeando el calar y cerrando el círculo.
Entretanto, dos montañeros parece que arriban al vértice.
Los miradores naturales hacia los contornos montañosos se suceden.
Otra dolina que sorteamos por uno de sus laterales.
Embalse de Siles
Buitres de diferente ralea surcando los cielos
Disfrutando del paisaje
He leído que originariamente, hace algunos siglos, se conocía a este lugar por la Piedra del Cabrón, se ignora si en relación a algún sujeto con tirantes, consentido o macho cabrío de cuatro patas que pudieron existir por aquí en la antigüedad. La cuestión es que con el tiempo, el topónimo se atemperó por aquello de lo políticamente correcto y para no resultar mal sonante. Así a bote pronto me recuerda a lo mismo que le sucediera a la virgen de la Raja, de Aýna, que permutó en María de lo Alto. Cosas de los tiempos cambiantes y de sus modas y modismos.
Contemplando el vasto panorama...
También he leído que por aquí arriba existieron en el pasado, explotaciones de plata y hierro. Curiosidades del lugar.
A punto de cerrar el círculo sobre la Piedra del Cabrón. Que por cierto, por Murcia, cerca de donde habito, también tenemos una Sierra del Cambrón (topónimo muy socorrido al parecer). Tengo que indagar a ver cual pudo ser su nombre primigenio.
Picos La Sarga y Almenara
Verticales paredes sobre el valle de Guadalimar y El Bellotar.
El Padroncillo
Para salir del calar, colándonos de nuevo por la brecha, por el tranco, por lo que he leído que algunos lugareños conocen por la senda de las Zetas. Más evidente no puede ser la razón de este bautizo.
Primoroso paisaje. El hombre mimetizado con el entorno.
A punto de alcanzar la pista que viene de la Dehesa del Oso e ir abandonando el Collado de Piedra.
Ahora el track nos lleva por un prolongado tramo de pista. Tomamos estas fotos desde el lado suroeste de la peña.
Exhibiendo la inmensa mole su flanco occidental.
Desde el Collado de las Lagunillas
El track indica que en vez de seguir la pista que llevamos hasta llegar a un cruce, donde hay que coger un camino que nos sale a nuestra mano izquierda, podemos atajar por un terraplén para ahorrarnos algún que otro kilómetro de alpargatazo. Así lo hacemos y aterrizamos en Siberia. Ello da idea del fresquito que todavía reina en las umbrías.
Por aquí tenemos que saltar una valla metálica por el punto que nos parezca más accesible, para coger un camino que más tarde se troca en senda, que nos ha de conducir al Cortijo del Pollo Plumar.
Espectacular flanco noroeste del Cambrón. Y es muy posible que a través de aquella hendidura, con alguna breve trepada, se pueda alcanzar su cima.
Sobrepasando el Cortijo del Pollo Plumar.
Monumental noguera que existe al lado del mencionado cortijo
Estamos ya casi cerrando el círculo de nuestra ruta de hoy. Solo nos resta sobrepasar las cuatro casas de Pollo de Abajo y llegar de nuevo al Collado del Bellotar donde habíamos dejado estacionado el coche.
Esta excursión realizada en otoño o primavera tiene que resultar todavía más bonita. Esos chopos, ¡cómo lucirían de otro color...!
Avistando las casas de El Bellotar
Y últimas fotos a este mastodonte pétreo surgido del cretácico, que luce así de soberbio y espectacular.
Sin duda, la caminata de hoy ha cumplido con creces todas nuestras expectativas, regresando felices y satisfechos por la tonificante actividad, física y sensorial realizada. Las cuatro horas de viaje, más o menos, entre ida y vuelta, desde Cehegín, bien que han merecido la pena, y desde luego puedo decir que, otra excelente excursión y lugares pateados, que me echo a la saca.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario