A la vuelta, volveremos por el otro lado de la grieta. Los contornos de las
montañas y cimas que nos rodean, se muestran nítidos sobre el horizonte,
constituyendo su contemplación, un verdadero deleite. Si vuelvo por aquí, lo
haré mejor preparado porque la atalaya donde nos encontramos se revela
estratégica y perfecta para la observación.
Mirando hacia la Sierra de Alcaraz y abajo, El Bellotar.
Nosotros estacionamos el coche en las primeras casas, en el camino que viene de la cortijada Pollo de Abajo. Si visito de nuevo estos pagos, haré un recorrido por el resto de la aldea, incluidas las casas de más arriba que tienen por topónimo, Los Pifanios.
Cerro de Juan Fría, Pico de la Sarga, Monte Padrón y Cerro del Picayo, y asomando más distante por la derecha, el Cordel de la Almenara, con su pico Almenaras, a 1796 metros de altitud.
Hemos llegado a la caseta refugio de Castilla La Mancha, la que asomaba desde abajo. Las vistas desde aquí merecen una contemplación distendida, recogida y calma. Sabemos que a nuestros pies, tras la barandilla metálica, existe un abismo que cae perpendicular sobre el valle del Guadalimar.
Nosotros estacionamos el coche en las primeras casas, en el camino que viene de la cortijada Pollo de Abajo. Si visito de nuevo estos pagos, haré un recorrido por el resto de la aldea, incluidas las casas de más arriba que tienen por topónimo, Los Pifanios.
Cerro de Juan Fría, Pico de la Sarga, Monte Padrón y Cerro del Picayo, y asomando más distante por la derecha, el Cordel de la Almenara, con su pico Almenaras, a 1796 metros de altitud.
Hemos llegado a la caseta refugio de Castilla La Mancha, la que asomaba desde abajo. Las vistas desde aquí merecen una contemplación distendida, recogida y calma. Sabemos que a nuestros pies, tras la barandilla metálica, existe un abismo que cae perpendicular sobre el valle del Guadalimar.
Después de la captura de estos registros gráficos que aquí, en este
cuaderno de bitácora, dejo a buen recaudo, nos hacemos unas autofotos para
que quede constancia de nuestro paso por estos andurriales y al poco,
seguimos la marcha, ahora, hacia el mediodía, buscando la caseta
andaluza.
Esta figura circular se halla próxima a la garita manchega, ignoramos su
cometido, aunque a mí se me ocurre que puede tratarse de un comedero para
buitres.
Alejándonos del refugio para el centinela alerta incendios.
Cerro del Padroncillo (1586m) y Cerro de los Puestos.
Camino hacia la caseta jiennense, descubrimos a lo lejos, dos rebecos que
observan nuestros movimientos. Intento acercarlos con el zoom.
Pedro, teniendo al fondo, el pico de La Sarga.
Ya divisamos a lo lejos, el puesto de observación andaluz, que al parecer,
consta de dos cabañas. El techo de una de ellas hace de peana para el
cilindro del vértice geodésico. También advertimos las siluetas de tres
personas, seguramente, montañeros.
Teniendo que sortear, una de las varias dolinas que existen por aquí.
Las ovejas de antes, que apacibles, nos observan.
Aquel villorrio que se observa abajo debe ser Onsares.
Sierra de Calderón
Embalse de Siles y El Yelmo
En el mirador contiguo a la caseta de vigilancia nos encontramos con tres
personas, vestidas con indumentaria de cazador. Eran las que habíamos visto
desde lejos. Departimos con ellos durante unos minutos, pero al poco se
marchan, quedándonos solos. El lugar es pintiparado para comerse el bocata.
No hace ni chispa de frío ni apenas viento. El momento es para disfrutarlo
al máximo.
Si magníficas eran las vistas desde la garita manchega, las que oteamos
desde la jiennense no le andan a la zaga. Obtenemos estupendas panorámicas
de buena parte de la sierra de segura, algo también de Cazorla y las Villas.
Creo que con nieve, incluso hasta se podría atisbar Sierra Nevada.
Registrando hacia donde tras el bocata nos hemos de dirigir.
El refugio donde se ubica el vértice se halla en estado
ruinoso.
Pero aprovechamos una de sus ventanas para enmarcar a Pedro.
El refugio contiguo se encuentra en mejor estado, utilizable y limpio, y lo
que es más importante, expedito al montañero.
El vértice, según la cartografía, se encuentra a 1551 metros de altitud,
aunque también indica un punto sobre la divisoria entre ambas comunidades,
un metro por encima:
Seguimos disfrutando de las estupendas panorámicas que nos ofrece la
orografía jiennense inclusive la granadina.
Emulando al "tío de la vara".
Enfocando hacia tierras giennenses.
Desde este punto de observación, las elevaciones más reconocibles para mí
son desde luego La Sagra y El Yelmo, pero también se adivinan El puntal de
la misa, Calar de la Sima, Mentiras, Nava del Espino, Calar Cabeza La
Mora, Piedra Dionisia, Marchena, Guillimona, etc, y más próximas, Puntal
de la Rayuela, Calar de Navalperal, Peñalta, Bucentaina, en fin, lo de esta atalaya para otear hacia el infinito y más
allá es acojonante.
Detalle del extenso calar que por aquí domina el paisaje.
Estas formidables aves carroñeras no paraban de sobrevolarnos.
En las Villas, también podemos reconocer El Caballo Torraso y El
Blanquillo, y a su izquierda, el Banderillas en la Sierra de Cazorla y
también el pico Empanadas, la cima más alta del parque (2.106m), en línea
limítrofe con la Sierra de Castril.
En fin, un espectáculo de otero el de esta Piedra del Cambrón.
Detalle del calar en casi toda su extensión.
FINAL PENÚLTIMA PARTE
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