Por este puente hecho de troncos salvamos el río y pasamos de nuevo a la vertiente derecha, mientras ponemos tierra de por medio respecto de la pasarela colgante.
Prominencias orográficas que le surgen al Cerro de San Cristóbal.
Aunque en este punto se curan en salud advirtiendo del peligro de caídas, el paso es muy sencillo y seguro.
No en vano, el pasamanos en forma de cadena refuerza esa seguridad
En este paso se halla la evocación de un personaje cinematográfico muy popular y de entrañable recuerdo...teleeeefonoooo, mi caaaasssaaaa!
Homenaje a Miguel Hernández
Poesía de amor de Miguel Hernández
Cerca del agua te quiero llevar,
porque tu arrullo trascienda del mar.
Cerca del agua te quiero tener,
porque te aliente su vívido ser.
Cerca del agua te quiero sentir,
porque la espuma te enseñe a reír.
Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer.
Cerca del agua perdida del mar,
que no se puede perder ni encontrar.
El Cocodrilo
Y esta es la confluencia del arroyo del Batán con el río Bogarra. A escasos metros de aquí, se encuentran Casablanca, Las Casas del Batán, el Merendero el Batanero (creo que solo abre en temporada), una explanada destinada a aparcamientos y una pista transitable para automóviles que viene de la carretera CM-3216. El Batán de Bogarra toma su nombre de la antigua maquinaria, movida por el agua del arroyo, con la que se picaba el esparto necesario para elaborar sogas y todo tipo de cestería y otros utensilios que se tejían con esta fibra vegetal.
A partir de aquí comienza lo más espectacular de este recorrido. Es el tramo de las cascadas. Un buen plan sería programar comida en el merendero, llegando en coche y limitarse a hacer solo el corto recorrido que discurre por el arroyo del Batán. Creo que es lo que hacen muchas familias que se acercan a estos parajes para disfrutar de la acuarela natural que representan los saltos de agua. Pero desde el punto de vista senderista lo suyo es combinar ambas rutas, la de las esculturas y cascadas en una sola, pues total, estamos hablando de apenas diez kilómetros y nada exigentes.
"Tentando el agua con el pie a ver cuan fría está..."
A mí estos entornos tan verdes y edénicos me hipnotizan. Y más en estos tiempos de sequía recalcitrante. Somos tan de secano y escasea tanto el agua en nuestras sierras, que ante su presencia, a los murcianos yo creo que se nos alboroza el alma.
Las cascadas del Batán se encuentran en un paraje natural de gran belleza y por ello debe ser uno de los rincones más emblemáticos y visitados de la Sierra de Segura, sobre todo, los fines de semana. El camino es siempre ascendente, contando en algunos tramos con escaleras de piedra y cadenas para facilitar asidero a los lugares de visita. Ni qué decir tiene que los saltos de agua se presentan majestuosos y de lo más fotogénicos para la cámara. A punto estuve de quedarme sin carrete.
¡Qué bonitas esas rocas tapizadas de musgo!
Esta es la primera cascada que vamos a visitar. La he visto en Youtube mucho más pletórica, lo que quiere decir que la sequía también afecta a estos contornos, aunque bien sabemos que en realidad, la falta de lluvias se padece en toda España. Esta es la denominada Cascada del Batán.
Desde aquí, el siguiente punto de interés es la Cueva la Mora. Mientras me voy acercando al lugar, el paisaje que se ofrece en derredor, tampoco es cuestión de menospreciarse. En esta ruta, de claro marchamo turístico, se aprovecha todo, hasta la raspa.
Antenas en la cima de una de las derivaciones del Cerro de San Cristóbal.
FINAL TERCER CAPÍTULO
me encanta, ese verdor con ésta sequía es alucinante. Saludos desde el Altiplano Granadino.
ResponderEliminarQué buena comarca esa...tengo que darme un garbeo por Huescar un día de estos. Saludos
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