Este lugar me cautivó y le adivino interesantes posibilidades
paisajísticas a sus alrededores, de hecho, ya he mirado algo y además,
ahora mejor informado, me quedo con las ganas de darme un garbeo por
Royo Odrea, por el Cárcabo y tomar unas panorámicas desde la Peña de la
Albarda, que queda a un paso de aquí, lo mismo que la
Cueva del Niño, lugar imperdible para todos los apasionados a la arqueología y el arte
rupestre. Y ya puestos, no estaría nada mal intentar tomarle una foto al puente del Pontarrón, desde abajo, a nivel del río. En fin, como diría aquel, todo se andará...
A este vertiginoso balcón volado se le denomina Mirador de los Infiernos y se halla suspendido sobre el río Mundo, que en esta parte de su recorrido labra un impresionante cañón por donde las aguas discurren muy encajonadas en su cauce. Uno se encuentra seguro en tan sólida plataforma, pero al principio, mirar hacia abajo produce un poco de repelús por el vértigo, que se pasa pronto ante el espléndido paisaje que nos rodea. Aquí permanecí un buen rato pues aproveché para retratarme en lugar tan espectacular y también para comer algo.
El mirador cuenta con un panel informativo muy ilustrativo.
Mirando hacia el bonito valle que moldea el río Mundo camino de Aýna.
Es la CM-3203 con dirección Elche de la Sierra.
El Pico. Tiene pinta de que se puede uno encaramar en lo alto. Ya investigaremos.
Peña del Prao, como la denominan los lugareños y el Puente del Pontarrón o Puente Grande del Mundo, como lo denomina el panel.
El menda que pasó aquí un rato delicioso.
Foto robada a mí mismo pues andaba intentando descifrar a ver por qué demonios no funcionaba el mando a distancia que suelo utilizar para estas ocasiones. Lo tenía en modo retardo. Qué despiste, la virgen...! Cosas del directo.
En esta fotografía se puede observar bien la gran canalización de la que ya hablamos en la segunda parte de esta preciosa excursión.
Más fotos de este sugestivo rincón, que me cuesta abandonar. Ni qué decir tiene que a este balcón mirador se puede llegar en vehículo a motor, sin necesidad de pegarse el palizón.
Bifurcación de la CM-3203 (con dirección a Elche de la Sierra) con la AB-5005, que da acceso a las pedanías Royo Odrea, Las Hoyas y concluye en El Cárcabo. Es una carretera que no tendrá más de dos o tres kilómetros, por lo que observo en el mapa.
Un desgaje en el Pico, que dejó esta gran oquedad.
Nos quedamos a las puertas de entrar en Royo Odrea porque se tuerce a la derecha en la primera calle que nos encontramos al llegar a Las Hoyas de Abajo. Al poco cruzamos un bancal de olivos, con las formidables moles de las Peñas del Prado y del Pico, por encima de mi cabeza.
Fotografías tomadas desde el puente del Pontarrón
Una vez lo hemos cruzado
Después del puente hemos de caminar algo menos de medio kilómetro por la carretera para salirnos de esta, en un hueco existente entre dos tramos de bionda, poco antes de llegar a las Casas de la Fuensanta. La rampa de acceso a los huertos y el río desde la carretera, se encuentra rota y descompuesta por lo que tuve que destrepar los últimos metros. Asimismo, este tramo a la vera del río me resultó bastante penoso por lo intrincado y embarrado que se hacía el paso. El intenso calor y la humedad asfixiante tampoco ayudaban a que se atemperaran mis sensaciones. Así pues, en cuanto lo vi factible, traté de rectificar, soslayando aquel contratiempo, escalando un muro de piedra, saltando la bionda, que por aquí es de altura olímpica, aterrizando de nuevo en la carretera para no tener que seguir peleándome con la enmarañada maleza y el barrizal. A toro pasado aconsejo andar por la carretera desde el puente del Pontarrón hasta la salida del segundo túnel (dirección Aýna), donde se puede coger una pasarela que nos devuelve al ancho sendero que discurre por la margen derecha del río Mundo. Este tramo lo disfruté muchísimo, pues el paisaje es delicioso. Al paso por las Casas de la Fuensanta, solo me encontré con esta figura digna de mención. Por demás, reina cierto desorden y muchos cachivaches por doquier. Me llamó la atención que la mayoría de puertas de acceso a los pequeños huertos acotados, son reciclos de antiguos somieres, una costumbre que parece habitual por estos contornos.
Esta carretera ofrece la impresión de soportar poco tráfico de lunes a viernes aunque supongo se incrementará bastante los fines de semana por el turismo.
He aquí el primer túnel que nos encontramos (existen dos, desde Aýna al mirador de los Infiernos) dirección Elche de la Sierra, como los de antes, horadado con dinamita y a pico y maza.
Nada más salir del túnel, nos desviamos por un puente que surge a nuestra derecha que nos devuelve a la ribera del río. Lo dicho, fue este tramo, ya en las postrimerías de nuestra excursión, de lo más bonito y disfrutón.
Por aquí hay unas paredes escalables que se indican mediante un cartel. Igual esta casa con puerta de madera, es un refugio pensado para los escaladores.
Por aquí camina uno bastante emparedado. No corría un pelo de aire. El intenso bochorno que se dejaba sentir por esta parte del recorrido me hacía sudar la gota gorda. Pero el disfrutar de este vergeliano paisaje bien lo merecía.
Ya se aprecia en estas fotos por donde discurre la carretera y el quitamiedos doble que tuve que brincar.
Seguimos encajonados y el paisaje luce exótico, paradisíaco yo diría.
A este remanso artificial del río es el que llaman "Benidorm".
Asomando allá arriba el hotel Felipe II y un jamelgo algo desgarbado que se hallaba paciendo por aquí, que al verme, pareció alegrarse y saludarme con su larga cola.
A punto de concluir esta fenomenal elipse senderista que nos ha servido para darnos un amplio garbeo por los alrededores de Aýna.
Descansamos un rato en la zona recreativa de El Tiñoso, para recuperar fuerzas porque ahora tenemos que subir el rampón que por la mañana bajamos y visitar el Estrecho del Gargantón, que no se nos olvide. El problema es que me detuve un momento en el Sidecar y ya la liamos porque bajé un poquito hacia Aýna, y estaban tan bonitos sus tejados con ese cielo encapotado que no pude resistirme y casi sin darme cuenta, capturé material para dos capítulos más, de manera que, si has llegado hasta aquí...
FINAL TERCERA PARTE
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