Corto de vídeo del momento del piscolabis.
Instantáneas simpáticas; momento divertido en el modo automático de la
cámara.
Reanudamos la marcha, en dirección Sur, buscando Collado Blanco.
Mirando al suroeste, sierras de Las Cabras, del Quipar (As de Copas), El Campanario, etc.
Bajando para enlazar con la pista de la Fuente del Acebuchal.
Esperando para reagrupamiento.
Algunos puntos se presentan pedregosos y por tanto, algo deslizantes. Escurrirse con el consiguiente traspajazo, no parece eventualidad nada descartable.
Felizmente, todos llegamos a terrero más seguro, sanos y salvos. Al menos, de momento.
En esta zona, se pueden advertir, de tiempo ha, numerosos árboles abatidos. Seguramente por las intensas lluvias de hace dos años, o tal vez, las nieves. En Murcia es lo que tenemos, o recalcitrante sequía o funestas inundaciones. Término medio, muy pocas veces.
Transitando por el camino de las Casas Coloradas, que ya conocemos de pasadas pesquisas exploratorias por estos pagos.
Todavía hemos de sortear algún que otro paso complicado, con terreno que se presenta algo descompuesto.
Recortando metros de forma rauda y cerrando el tramo final de nuestro redondel de hoy.
Nuevo reagrupamiento. Que no se diga que esta peña de amigos senderistas parece más bien el grupo de andarines de Pancho Villa, en el que cada cual va a su aire.
Aquí, una pequeña broma, para los que ya pudiéramos estar algo "cascados", simulando desvío hacia el empinado cortafuegos que tenemos a nuestra izquierda. Pero no picó naide😁.
Proseguimos hacia El Acebuchal y el refugio, que en esta ocasión, con buen criterio, el guía prefirió eludir, atajando con vistas al homenaje (cervecita) de final de etapa...
Nuevo agrupamiento del personal.
Captura de grupo, a instancias de Antonio, en los tubos de canalización (abrevadero) del Arroyo de Gilico, que atraviesan la pista del Acebuchal.
La cervecita fresca, los calamares y el pulpo blando y jugoso, que se deshace en la boca, nos espera en Algezares, en el bar del Cirilo, así que, apretamos la marcha, pensando en la refrescante y apetitosa convidada inminente.
La última vez que pasé por este puente, sobre 2021, se hallaba en perfectas condiciones de uso. Ahora, aunque igual me equivoco, parece haber sido objeto de acciones vandálicas.
No obstante, procuramos cruzarlo con mucho tiento.
Nada más cruzarlo, se nos pone a tiro de pupila y cámara, este umbral o soportal, vistosamente engalanado de troncos. También aprovechamos la coyuntura para el postureo de grupo y quede constancia de nuestro paso por estos bonitos andurriales.
Una talla que existe en el parque, en representación de la riqueza fósil de que es característico este territorio. No olvidemos que la región de Murcia, junto con Almería y el sur de Alicante, formaron hace unos cuantos milloncejos de años, la desembocadura del Estrecho Norbético, en el mar Mediterráneo. Lo que significa que estuvimos sumergidos, formando parte del fondo y lecho marinos, la tira de millones de años. Lo cierto es que la existencia y devenires del ser humano sobre La Tierra, resultan insignificantes, si lo comparamos con la propia evolución de esta desde su génesis. Según los científicos, la Tierra se formó hace aproximadamente 4.6 mil millones de años, como resultado de una supernova (explosión de una estrella).
Y con esto y un bizcocho, solo me resta decir, que no existe disponible, archivo gráfico del pulpo y el calamar, gambas del puñao, berberechos gordos sin tierra, patatas fritas Rubio y olivas verdes "La Ermita", regado todo con alguna que otra caña de Estrella de Lepanto (o Espinardo, como la conocen otros), de los que, como ya se ha dicho, dimos buena cuenta, en el bar del Cirilo. Asimismo, puedo afirmar que he quedado arregostado de repetir experiencia con los Amigos Senderistas, en la próxima cita o cuando se tercie, siempre y cuando, claro está, ellos tengan a bien admitirme en su seno. Así pues...
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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