04 octubre 2023

DE HÍJAR A AYNA, PASANDO POR ALCADIMA Y EL PINICO II

La mayor parte del pueblo se halla en ruinas, sobre todo, la que da al río. Por aquí debió ubicarse la iglesia del siglo XVIII dedicada a la Virgen de la Asunción, que se ofrecerá tan devastada, que no la reconocí. Bien es cierto que me he enterado de su pasada existencia a posteriori de hacer esta excursión, de ahí que ni intentara reconocer los cascotes, algún signo que pueda quedar de ella.
Con la aldea de Híjar tenían gran relación dada su cercanía, además de lazos de amistad y vínculos familiares. Los niños iban allí a la escuela (alrededor de 20 niños iban a estudiar desde Alcadima), cada quince días acudían también a misa a una capilla instalada en la escuela y donde oficiaba el cura de Liétor para los dos pueblos y además compartían la fiesta patronal.

"Celebrábamos el día trece de mayo a la virgen de Fátima. Compramos la talla de la virgen entre los dos pueblos y el primer año realizamos la fiesta en Alcadima. Se puso un altar en la calle, allí se dio una misa, hicimos una pequeña procesión y también un baile y ya los siguientes años lo celebrábamos en Híjar, pues ellos eran bastante más vecinos y al cura le pillaba también más cercano desplazarse a Híjar que a Alcadima". ANTONIO GONZÁLEZ
Sobre el Puente de Alcadina
El río Mundo, a su paso por Alcadima, fluye perezoso, tranquilo, rebosante en criaturas fluviales. Debió ser muy importante y obsequioso para con los alcadimeros, no solo para regar sus ubérrimos huertos y quitarle el amargor a la oliva sino también para proporcionarles buenos y sabrosos pescados y pájaros con que incrementar su repertorio de pitanzas y con ello, un significativo aporte proteico durante aquellos duros inviernos.
Al fondo El Rincón
Este pequeño puente, bien conservado, nos permite cruzar de un lado al otro con el fin de poder disfrutar de un cuadro del pueblo de lo más pintoresco.
Regresamos a la fuente para hacernos en lugar tan emblemático, las autofotos de rigor
Desde la misma fuente, cogemos un sendero en subida con dirección al paraje denominado en la cartografía "El Rincón".
Con la altura, vamos adquiriendo una nueva perspectiva de donde nos hallamos ubicados.
La cara norte de Alcadima
Lomas de Alcadina
Los Alcadimeros contaron con luz desde poco tiempo después de la creación de la central Hidroeléctrica de Híjar, allá por 1955. 
El Ginete y el pico Villarones (1055m)
El Portillo
Del sendero desembocamos en una pista con buen firme que conecta Aýna y El Salero con La Sarguilla y El Villarejo.
Pronto nos llama la atención multitud de botellas de plástico de leche, colgadas de los olivos, que según he leído por Internet, sirven para atrapar a ciertos insectos que les son perjudiciales. Hasta ahora, no había observado esta práctica en los campos de olivos de Murcia. 

Las botellas de plástico de los olivos
Es probable que te hayas fijado en una cosa curiosa que hay en los olivares. De cada olivo cuelga una botella de plástico atada a una rama por una cuerda y en su interior podemos ver un líquido amarillento.

Lo que estás viendo es una trampa para insectos. En estos momentos las aceitunas están casi listas para ser recogidas y existe un insecto que las daña, ocasionando grandes pérdidas a los agricultores.

La enemiga número uno de las aceitunas: la mosca del olivo (Bactrocera oleae)Para cazar a esta mosca se crea una trampa muy ingeniosa utilizando para ello una botella de plástico, realizándole a esta una serie de pequeñas perforaciones de unos 4 mm de diámetro para que pueda entrar la mosca pero no otros insectos beneficiosos para el olivar como pueden ser las abejas, fundamentales para realizar la polinización de las flores del olivo.

Dentro se mete amoníaco, una sustancia líquida que emite un fuerte olor y que resulta muy atractivo para los insectos. Las moscas entraran por los agujeros de la botella, pero difícilmente podrán salir, por lo que acabarán ahogadas dentro.


Las botellas se colocarán en el lado sur de los olivos entre las ramas y evitando que les dé directamente el sol. FUENTE

El barranco del Tío Layo
El Colmenar
Por el sendero del Pinico en dirección a Aýna
Por aquella pista de abajo discurriremos de aquí a un rato
Los inconfundibles cipreses del cementerio de Aýna
Los Castillicos
El Portillo
Asomando Aýna desde una perspectiva hasta ahora inédita para mí
Nos recreamos en la postal ayniega
Iglesia de Nuestra Señora de lo Alto
El Cuco
El sendero "El Pinico", bien señalizado aunque sospecho que ignorado para gran parte de los turistas que visitan Aýna.
Característica orografía aterrazada de estos andurriales
Nos adentramos de nuevo por algunas de sus angostas calles
El caminante reflejado en el espejo convexo
Buscando la pista que me lleve a El Salero
Huerta de Aýna
FINAL DE LA SEGUNDA PARTE

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