11 abril 2023

ARROYO BLANCO III y FINAL

Ya vamos andando por camino, discurriendo por la hoya Alazor, flanqueados entre vastos cultivos de aromáticas. Oteando hacia los Puntales del Francés, 1579m.
Cerro de Villafuerte, 1743m.
Peñasjarotas
Villafuerte y Grajero Alto, 1657m. 
Cerro de la Molinera, 1384m.
Hoya Alazor
Puntales del Francés y Cerro Talón, 1435m.
Campos de Lavanda, sabinas y Peña Jarota, Macizo de Revolcadores, también denominado Sierra Seca o de Moratalla, destacando Los Obispos.
Las plantas aromáticas (espliego, lavanda, lavandín, romero, tomillo, salvia u orégano) de las pedanías moratalleras, ahora mustias, experimentarán su época de mayor esplendor floral hacia finales de la primavera y entre los meses de julio y agosto, dependiendo la planta de que se trate. Será el momento de darnos nuevo garbeo por aquí y ver lo que se puede registrar con la cámara.
Los tradicionales campos de cereal que hasta hace unos años se cosechaban en toda esta comarca, de un tiempo a esta parte se están trocando por cultivos de aromáticas que resultan más productivos habida cuenta que una vez finiquitada la ardua tarea de cosechar y destilar el producto, si los precios están por los suelos, se puede almacenar durante varios años a la espera de que estos suban y se tornen más rentables.
Dejamos atrás los campos de aromáticas y el Cerro del Castellar, avanzando por entre un paraje denominado Las Molaticas. Pinos carrascos y sabinas se alternan a nuestro paso, obteniendo panorámicas hacia Las Bojadillas de la sierra de Taibilla, farallones de El Torcal, Calarico del Hambre, Asperones, El Rabillo, Calares de Nerpio y la Loma de Alcaboche en la sierra del Zacatín, etc.
Al frente, observamos los verticales cortados del Alcaboche, paredes que albergan visibles y llamativos abrigos. Por lo que he podido saber, con lecturas de aquí y de allá, todos estos contornos entre Nerpio y Moratalla, están cuajados de yacimientos arqueológicos y pinturas rupestres. Sus orígenes se remontan a comunidades de cazadores nómadas que utilizaban los covachos para el acecho de las manadas de jabalíes, équidos, bóvidos, ciervos, osos, etc., desde finales del Paleolítico, aunque la mayoría de pinturas rupestres y yacimientos son consecutivos a la frontera del 4000 a. C., cuando se incorpora el arte rupestre esquemático, desde los primeros asentamientos de comunidades agrícolas ganaderas del Neolítico, Calcolítico y la Edad del Bronce.
Situado en tierra montañosa e intrincada, nuestro paisaje ofreció un lugar apropiado para el asentamiento de las gentes de la Edad de la Caza. Cuevas y cavernas guardan en su interior el testimonio de estos asentamientos desde épocas de los neanderthales. La abundancia de cursos de agua y pequeños valles, la profusión de abrigos y canchales donde guarecerse, fueron ampliamente ocupados, dejando sus huellas en forma de yacimientos, aún poco explorados. 
(Excursiones por Moratalla)
Impresionante la mole de estos bloques graníticos
La pista de las Molaticas, que monte adentro, en ocasiones se desdibuja un poco, vuelve a coger hechuras de camino al serpentear para atemperar en vertiginoso declive, el tramo final del recorrido. Antes de que nos demos cuenta, hemos aterrizado de nuevo en el camino de la Rogativa e inmediaciones del Cortijo del Mojón al que nos dirigimos.
El grupo de casas que componen el Cortijo del Mojón, tiene una parte ruinosa y otra contigua habilitada que presenta indicios de hallarse habitada (coche en la entrada y ropa tendida).  
No obstante, yo me concentré en la parte asolada. Ignoro si esta piscina/bañera tan coqueta será utilizada en verano. Es de suponer que sí, de lo contrario, me parece desperdicio, derroche imperdonable. ¡Para mí la quisiera, qué pijos...!
Y hemos cerrado el círculo de un interesante recorrido que discurre por un apartado y bello rincón de la provincia de Murcia, casi en la divisoria con la de Albacete, de hecho, el límite pasa muy cerquita del Cortijo del Mojón. Durante la excursión, ha quedado en evidencia, lo agostada que se encuentra la tierra. Es de suponer que de aquí a unas semanas, el empuje irrefrenable de la naturaleza, esto es, la primavera, mitigue en parte esta abrumadora sensación de sequedad que reina por doquier. Si de aquí a junio no caen tres o cuatro buenos chaparrones, nos espera un verano mu jodío. Y si esto ocurre en comarca tan rica en agua como la presente, agárrate lo que esta sequía puede provocar más al ESTE. Pues nada, habrá que rezarle a la Virgen de la Rogativa que regenta estos parajes, a ver si durante la súplica, se estrellan los aviones y por fin, cae la bendita lluvia que tanta falta nos hace.
¡HASTA LA PRÓXIMA!

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