De vuelta por estos pagos, dejo el coche en el Ventorrillo, en una casa de campo situada a la vera de la carretera, muy cerquita del Valle de Ricote.
La idea es retomar la progresión que hace el track del primer día por el Cárcabo, a través de barrancos. En esta nueva ocasión, recorremos la Rambla del Ripión, que desemboca en una de las colas del pantano, aunque nosotros nos saldremos antes buscando el derrotero hacia la Fuente del Rey.
Por supuesto que "nuestra montaña", una vez más, se erige en máxima protagonista de todo el contorno.
En aquella casa que se divisa a lo lejos he dejado el coche. Preciosa mañana del mes de febrero, donde reina la luz y el florido blancor de los almendros.
Para atajar un poquito en pos de mi objetivo, atravieso varios campos de labor recién labrados.
Las Torres del Cárcabo (Peñón de Antonio) y de fondo, la Sierra de la Cabeza del Asno, por la que nos dimos un garbeo en febrero de 2020, semanas antes de que estallara la plandemia.
Sementeras hurtadas al monte
Los popularmente conocidos por Llanos de Cagitán
El Barranco de los Lobos
La Sierra del Oro
Por esta zona del barranco corría con profusión el agua
La Casa de la Fuente del Rey, habitada de forma permanente y se podría decir, rincón idílico. Se halla muy bien comunicada ya que se encuentra a unos cientos de metros de la carretera comarcal. Pude ver también dos embalses y un pequeño estanque. Me consta que de la fuente del Rey, que se encuentra al otro lado de la carretera, sigue manando agua. Me pareció un lugar encantador.
Me subí a este pequeño altozano para disponer de mejores vistas hacia la Fuente del Rey y el Almorchón.
Brotando este chorro de agua a través de un sifón situado al lado de la carretera. A partir de aquí, alpargatazo por la orilla de una carretera con apenas circulación y cerramos el círculo de nuestro recorrido por los campos del Almorchón en su tercera entrega.
FINAL TERCER CAPÍTULO
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