Mi amigo Pedro, posando en esta graciosa atalaya desde la que se divisa un amplio horizonte
Haciendo un breve alto en el camino previo a emprender la atacada preliminar por la "canal de los Janjorros", antes de enfilar la cuerda del Morrón del Rivazuelo
Antes tenemos que superar esta arriscada canal, este desfiladero que muestra su cara más feroz, indómita.
Toca nueva reagrupación y aprovechamos para echarnos unas fotos de grupo
¡¡¡Al ataquerrrrr!!!
Una ascensión muy divertida sembrada de rocas cortantes donde rajé las North Face. Vamos, lo que me faltaba para darles ya la extremaunción y reproche definitivos, con apenas cuatro o cinco rutas en su haber. Nunca unas zapatillas de presunta buena marca fueron peor amortizadas que estas. The North Face se puede echar a remojo. ¡Nunca máis! En primer término, nuestra amiga Elena, progresando por esta pared a buen ritmo.
Breve parada antes de atacar el último tramo de este bonito barranco
Cimeros salientes y pináculos, se ofrecen pintiparados para el volatinero postureo de los más atrevidos
Macu, senderista con una marcada propensión a encaramarse con cuanta cúspide rocosa se tropiece. No pasará mucho tiempo antes de dar el salto a la escalada. Apunta maneras.
Y esta bípeda cabra del Rivazuelo lorquino, ídem de lo mismo
Lo mismo que este raro ejemplar de homínido, exclusivo de la sierra de Pedro Ponce, que merced a la evolución de las especies, ha desarrollado la insólita capacidad de manejarse tanto en el medio terrestre como el aéreo.
En esta toma, a punto de iniciar el vuelo...
Estamos ante otra rara avis, cuyo hábitat se localiza principalmente entre las sierras del Quipar y Burete, por el Campanario más o menos. Especie que se halla en vías de extinción y que por ello, hemos de preservar hasta agotar todas las posibilidades para su recuperación, salvo cuando manifiesta ser aficionado del Barsa que entonces hay que levantar la veda y suprimir cuanto ejemplar se nos cruce en el camino.
Al que echo de menos en esta sesión de postureo es a Asensio. Algo le sucede cuando no está por aquí dando colorido con sus peluquines y sombreros a la sierra de Pedro Ponce.
Descansando unos minutos antes de reemprender la atacada final al Rivazuelo
FINAL SEGUNDA PARTE
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