Ahora ya sí hay que apretarse un poco los machos y comenzar a subir de forma decidida para alcanzar la cumbre. La cosa se pone un poquito recia, pero no demasiado. Chino chano, absorto en la contemplación del paisaje, disparando aquí y allá, voy haciendo camino y si la orografía se ha puesto exigente, es que ni me doy cuenta.
Tomando distancia y altura respecto de la Laguna Larga.
Aquel es el Risco Zurraquín, sita su cima, a una respetable altura de 2105 metros. Lo observo con envidia, porque me quedo con las ganas de asomarme a ver si desde el extremo, se obtiene una buena panorámica de la cubeta en que se halla contenida la Laguna Negra. Aunque no he visto fotografías en la red que así lo constate. No obstante, si algún día volviera por aquí, me plantearía su exploración. Y detrás, he estudiado la cartografía y la cadena montañosa que se distingue en lontananza, no puede ser otra que la Sierra Cebollera, con alturas por encima de los dosmil, similares a las de este cerro.
Llegando al collado y antecima de los Picos de Urbión. Por aquí corre un viento gélido, algo molesto, que me lacera el cutis. Me detengo unos minutos, a ver si por casualidad, llevo una braga en la mochila y...¡bingo!, hombre prevenido vale por dos.
La cima me encanta. Ya me he cerciorado que no dispone de cilindro de vértice geodésico. Desde mi posición en el collado, ya vislumbro donde se halla el punto más elevado.
Laguna Larga y la Sierra de Mojón Alto. Entre ambos accidentes orográficos se halla la Laguna Helada, aunque desde esta posición, no resulta visible.
Al pie de la cumbre, camino del Portillo Arenoso, como se conoce al collado SE, se hallan la Cruz y el "Ojo de Urbión", o "La Muela", como también he visto que se denomina. La primera es una cruz de hierro obra de Justo Herrero, artesano de la forja y natural de Covaleda. El mismo, acompañado de su amigo Pedro Sanz, ascendió a la Muela en agosto de 1998 para instalarla sobre el pequeño altar de piedra que ya existía en el lugar. El Ojo de Urbión es una enorme roca cóncava, que al asentar en la ladera deja un hueco a modo de ojo, por el que uno se puede asomar al Valle del Alto Revinuesa.
El enclave me resulta mágico, y supone para mí el aperitivo al gran atracón cimero. Estos instantes previos al definitivo orgasmo o éxtasis sensorial, hay que disfrutarlos al máximo. Y soy tan consciente del "aquí y el ahora" que me recreo en cada segundo previo al momento culmen.
Pues nada, voy para arriba, hacia la conquista de los Picos de Urbión.
Laguna de Urbión, ubicada entre el Picacho del Camperón, izquierda imagen (2101m) y el Cerro Pantorra, derecha imagen (2055m).
Buzón de firmas
Estrechamiento por el que hemos de pasar para acceder a la cumbre.
El que suscribe coronando la cima. Creo que fui el primero de la mañana. Al poco fueron llegando más montañeros.
El tío Yoda, posando también, henchido de gozo por habérmelo traído a enclave tan singular y eminente. Lo he dejado feliz y contento para varios meses. Sus redes sociales echan fuego, sobre todo Tik Tok que es lo que más maneja. Y con cuidado donde lo pongo, porque si el viento se lo lleva volando, me quedo sin personaje galáctico, como me ocurrió con Agapito Malasaña, el guardián de la montaña, que en paz descanse, en Sierra Seca. Andeandará...?
El Pico Urbión (2228 m), también conocido como Muela de Urbión por su característica cima bicéfala, es una montaña perteneciente a la Sierra de Urbión, cadena montañosa del Sistema Ibérico. Sus 2228 m de altitud lo convierten en el techo de la sierra, en la segunda cumbre más alta de Soria por detrás del Moncayo (2314 m) y en la segunda también de La Rioja tras el Pico San Lorenzo (2271 m, Sierra de la Demanda). La Sierra de Urbión, sirve de línea divisoria entre las provincias de Burgos, Soria y La Rioja.
En la cima, coincidí con estos cuatro jóvenes montañeros, muy simpáticos. Les tomé estas instantáneas, que más tarde le enviaría a uno de ellos mediante WhatsApp.
Abandonando la cima porque el tiempo apremia. Me estoy demorando mucho con las fotos, y me esperan en un restaurante de Salduero hacia las 14 horas, para comer en familia.
Traileros con los que me cruzo, en dirección a la cumbre.
De nuevo situándome en el Ojo de Urbión y la Cruz.
Mis amigos permanecían todavía en la cumbre, observando mis evoluciones.
Vamos Yoda, ponte sobre el Altar de la Cruz del Urbión.
Se me cayó dos veces pero su zona mas vulnerable, las orejas, aguantaron el envite.
FINAL SEGUNDO CAPÍTULO
