25 enero 2020

POR LOS MONTES DE VENTA LA REJA. MUELA DE CODOÑAS VIII

Tanto me insistió que hube de repetir con Hulk en mi segunda visita a la muela de Codoñas. Se hizo acompañar de su nueva mascota de los chinos, que la verdad sea dicha, en cuanto a falsificación y copia se refiere, aún me siguen dejando estupefacto. 
Pero qué bonito el Rintintín este...da el pego total. Me encanta.
Esta toma es de otro perro de bajo mantenimiento que cuida Hulk y pertenece a una nueva ruta que, de momento, dejamos pendiente de publicar. Antes nos daremos una vuelta por el cerro Rodero a ver qué paisaje nos depara. 
A partir de aquí, fotos a gogó, Yoda en acción y corresponden a una tercera visita que hicimos a la muela de Codoñas y cerro de la Cabeza Gorda, en aquella ocasión, acompañado de Viky y del tío Yoda, nuestro jubilado matusalén galáctico al que ahora le ha dado por la bicicleta. El tío se obcecó y no tuve más remedio que aceptar su antojo de venirse con su cipola, supongo que para faldar y presumir de nueva montura. A su edad, y tratándose de un ser de luz y fuerza, sucumbiendo a semejantes debilidades humanas. No me lo explico, la verdad. En fin, mis fetiches me llevan loco. Aquí lo tenemos, recortado sobre la sierra de Ricote, blandiendo su espada láser intergaláctica, como en él es costumbre.



Y el que sigue a continuación, pues el artífice de todo este surrealista tinglado. 
¡Qué mañana más buena me hizo! ¡Qué disfrute la virgen...!




A Viky al principio le cuesta calentarse, supongo que tendrá los cartílagos como tengo yo los míos, hechos fosfatina, pero ya se sabe que quien tuvo y retuvo, no teme por no tener. Ya se busca ella la vida para avanzar de una manera o de otra, detrás de su camarada, su compañero de fatigas de tantos y tantos caminos.  


Más instantáneas de Yoda, maniobrando con el desenfoque selectivo, teniendo el Almorchón de fondo; acompañado de su flamante bicicleta amarilla, comprada de segunda mano en wallapop. Pretende mantener su cardio de pvc en óptima forma.
 ¡Voto a bríos!, que a este paso llegará el gachó a los mil años.




Abandonamos el cerro de Codoñas y nos vamos a echarle un vistazo al cerro de la Cabeza Gorda. A pesar de que nos encontramos todavía a principios del mes de febrero, el termómetro marca los 20ºC. Hace una mañana de invierno estupenda. ¡Pero si huele ya a primavera! 
Llegar al vértice supone un paseo aunque a Viky le cuesta.
 Tenemos enfrente y en lontananza la villa de Bullas, pero la acercamos lo que podemos con el zoom de la cámara.



 Nos recreamos con las figuras y efectos cromáticos que de ellas dimanan. Jugamos con la cámara. Le hemos puesto un gorrito al tío Yoda porque me decía que le empezaba a picar la calva. 
Es que el sol de febrero es muy traicionero.





Su flamante bicicleta con cuadro de carbono y cambio Campagnolo.
Viky paciente, (¡qué remedio!) esperando a la sombra, mis evoluciones con la cámara

Enfocando desde el cerro Cabeza Gorda a la muela de Don Evaristo
Muela de Codoñas e inmediaciones de Venta la Reja

Codoñas y Ricote
¡La fábrica de huevos!
Vista lateral de La Casa de los Pinos y el que fuera el bello palacete de Fuente la Higuera, (casa de D. Fabio) hoy día en lamentable estado ruinoso. (Fotos del palacete tomadas de Internet)
 
As de Copas y Los Frailes, de la sierra caravaqueña de Mojantes
Viky, cogiendo la delantera, porque barrunta la cercanía del coche. Hoy, se ha comportado como una auténtica campeona, (la que tuvo retuvo) así que, ración doble de jamón de York. 
FINAL OCTAVA PARTE.