29 febrero 2020

SIERRA DE LA CABEZA DEL ASNO (CIEZA) II

Mientras nos zampamos dos porciones de obleas de alfajor, nos dedicamos a otear el paisaje con unos prismáticos mientras pensamos en Larita y Timoteo, que hace 70 años, vagaban por estos contornos. He querido indagar algo más sobre el asunto y me he topado con esta interesante web, de la que el anterior enlace, copiaba su reseña. De ella extraigo lo más interesante:
LOS OLVIDADOS: HUIDOS. Francisco Alcázar.
SUPERVIVENCIA:
El 29 de Marzo de 1.939 las tropas nacionales entran en la capital de Albacete y el 1 de Abril se declara oficialmente la finalización de la guerra. Tratando de evitar las consecuencias de la represión generalizada y violenta que se desencadena en Albacete y localidades de la Provincia durante los primeros meses de la postguerra, y la no menos severa aplicación de penas y juicios sumarísimos durante el período 1.939 - 1.945 por la militarizada judicatura franquista sobre los desafectos al Régimen, éstos huyen ocultándose en el campo, con preferencia en las zonas de orografía más agreste.

Estas personas, de diversas ideologías políticas, tienen el denominador común de su vinculación con la vencida causa Republicana y el inmediato objetivo de sobrevivir a la derrota.

Nace así la figura los "Huidos", que está integrada por personas implicadas en sucesos revolucionarios o haber ostentado responsabilidades de cierta relevancia política o militar en la administración municipal republicana o en sus milicias.

Cuando el ocultamiento se produce en el entorno geográfico próximo a sus lugares de residencia, sus actividades se limitan a evitar el encuentro con somatenes y patrullas de la Guardia Civil (G.C.), y a procurarse el necesario sustento. A estos objetivos colaboran, con mayor peso y responsabilidad que el propio "huido", familiares y amigos que le procuran información de los movimientos de las patrullas encargadas de su represión y el necesario abastecimiento de ropa y comida.

Caracteriza a este "huido" la ausencia de capacidad e intencionalidad ofensiva y su individualidad. Rota en ocasiones al agruparse con otros compañeros, en las mismas circunstancias, no sobrepasando, salvo excepciones, el número de tres.

Otro grupo de "huidos", el integrado por personas que se ocultan en lugares más alejados de su entorno geográfico de procedencia, presentan otras características que los diferencian de los anteriores. Al no contarse con la inestimable ayuda de familiares y amigos, se rompe la individualidad característica del "huido", en un primer momento, agrupándose con otros compañeros. Si bien evitan el encuentro con somatenes y patrullas de la G.C., careciendo de aptitud ofensiva. El armamento y su agrupamiento les proporciona una cierta capacidad defensiva que se pone de manifiesto en cruentos encuentros cuando las batidas de las patrullas encargadas de su eliminación ponen en peligro su seguridad. La ausencia de apoyos desinteresados en su abastecimiento por familiares y amigos, les empuja a efectuar atracos y requisas de víveres a campesinos del lugar y golpes económicos para poder adquirir los mismos.

Sus escasas acciones ofensivas se limitan al castigo de sus delatores o confidentes y colaboradores de su represión y a aquellos que en sus acciones de abastecimiento o puro bandolerismo les presentan resistencia. Siendo, por lo general, violentos y extremadamente cruentos en este tipo de intervenciones.

La prolongación temporal de estos dos tipos de "huidos", en la geografía Albaceteña, alcanza la totalidad de la década de los años cuarenta.
REPRESIÓN:
La represión de los "Huidos" en la provincia de Albacete, se caracteriza por tres períodos, que sin una diferenciación, sí reúnen características y peculiaridades propias cada uno de ellos:
1.939 - 1.944
1.944 - 1.948
1.948 - 1.950

Período 1.939 - 1.944:
Durante los meses posteriores a la finalización de la guerra la represión de los "huidos" corrió a cargo de la G.C., somatenes locales y voluntarios falangistas.

Su actuación normal en el campo era el constituir patrullas de composición mixta tendentes a batir y en menor medida detener a aquellos "huidos" que se ocultaban en sierras y campos. Los escasos resultados que proporcionaban las patrullas mixtas en reconocimientos y correrías en el campo, llevó a descargar el peso de la acción represiva en pueblos y aldeas sobre los puntos de apoyo de estos "huidos", constituido este núcleo, como ya hemos apuntado, por familiares y en menor medida amigos de los "huidos", tratando de evitar el abastecimiento de víveres y la comunicación informativa de los movimientos de las fuerzas encargadas de su represión.

Los métodos sobre estos "apoyos" de los "huidos" eran expeditivos y consistían en detenciones indiscriminadas sobre los núcleos familiares y amistades de los "huidos". Con largos interrogatorios no exentos de maltratos físicos, sin distinciones de edad y sexo. Obligándolos a continuas presentaciones en los destacamentos y cuartelillos, y en ocasiones obligándolos a abandonar sus localidades natales, con un cambio de residencia prefijado o indeterminado.

Actuaciones de este tipo llevaron a instalar un temor generalizado sobre los "apoyos" de los "huidos" y el resto de habitantes de aldeas y pueblos, facilitando la delación y cortando, en gran medida, el contacto con los "huidos", haciéndolos más vulnerables a su localización.

Desde el año 1.941, la reorganización del despliegue de las fuerzas de la G.C., hizo innecesario el concurso mixto de somatenes y voluntarios falangistas. Relegándolos a labores informativas urbanas o a colaboraciones como prácticos del terreno en misiones de reconocimiento y patrullaje.

Período 1.944 - 1.948:
Durante los primeros meses de este período se constituye de forma embrionaria la Agrupación Guerrillera de la Mancha, estructurada en partidas guerrilleras durante los años 1.946 - 1.948. La actuación de la Agrupación Guerrillera en la provincia de Albacete concentró las actuaciones de la G.C. y en consecuencia, los "huidos", a nivel individual fueron menos acosados de lo que lo habían sido con anterioridad a la creación de esta Agrupación.

En los "huidos" agrupados, se les acosa prioritariamente en la medida de la importancia en el número de sus acciones de requisa, atracos, robos o acciones cruentas que ejecuten.

La acción represiva de la G.C. se centra en esta primera fase en la desarticulación de las partidas guerrilleras con clara intencionalidad política y de forma secundaria y colateral, con la actuación sobre "huidos" agrupados. Y el esfuerzo es mínimo en la eliminación y detención de "huidos" individuales.

La actuación de la G.C. se articula con nuevas tácticas y estrategia, constituyéndose en Reservas, Grupos Móviles, Grupos de Información, Contrapartidas y un amplio despliegue que cubre el campo albaceteño en Sectores, Demarcaciones y Destacamentos. Su actuación se realiza mediante nuevos procedimientos consistentes en misiones de observatorio, apostaderos, emboscadas, reconocimientos, correrías y servicios de protección.

La eficacia de la acción represiva de la G.C. se pone de manifiesto al lograr la total desarticulación de las partidas guerrilleras de intencionalidad política, y de las agrupaciones de "huidos" más destacadas por sus actuaciones.Período 1.948 - 1.950:
La desarticulación de las partidas guerrilleras y de grupos de "huidos" llevada a cabo por la G.C., durante el período anterior, hace innecesario el amplio despliegue de la misma. Así se suprimen los destacamentos en aldeas y cortijos, y se trasladan los grupos móviles, de información y contrapartidas, a las provincias limítrofes donde siguen actuando Agrupaciones Guerrilleras.

La desmoralización que provoca en los "huidos" que sobreviven en la geografía albaceteña la exitosa acción represiva de la G.C., empuja a los menos significados a su presentación y entrega, colaborando por voluntad o imposición a la captura y desarticulación de sus compañeros "huidos" mediante la delación o como prácticos del terreno en patrullas de la G.C.

Los "huidos" más significados por sus responsabilidades adquiridas durante el período de guerra o de postguerra optan, entre los más vinculados al terreno, por una resistencia en su ocultamiento, que les lleva frecuentemente a su eliminación física al resistirse a su detención.

Otros "huidos" se desplazan a localidades de provincias limítrofes con la intención de integrarse entre la población sin ser identificados. El peso de su represión recae sobre los grupos de información de la G.C., consiguiendo su detención en la mayor parte de los casos.

Los "huidos" más arrojados tratan de escapar a Francia, en una combinación de concurso de medios mecánicos y largas marchas campo a través. El despliegue de la G.C. en toda la orografía española, con una cobertura especial de la frontera Franco-Española, impide en la mayoría de los casos esta evasión con la detención o eliminación física, siendo escasos los "huidos" procedentes de Albacete que consiguen llegar a tierras galas.

De los numerosos protagonistas de este período en la lucha guerrillera, destacan por su importancia y especial significación los siguientes "huidos":

Por su actuación individual y resistencia sobresalen Antonio Sánchez García (a) "El Sapo" y su compañera Felisa García González (a) "Chata".

Antonio Sánchez García era natural de Letur. Afiliado al Partido Comunista, y residente en Sevilla, al iniciarse la guerra civil se trasladó a Málaga y Granada donde desempeñó en el frente el cargo de comisario político. Finalizada la guerra se ocultó durante los años 1.940 - 1.944 en las sierras de Granada y Jaén, desplazándose a comienzos de 1.945 a la Sierra del Taibilla, donde fija su zona de ocultamiento y actuación. El apoyo a su situación se lo facilitan sus padres, familiares y amistades que trabajan en las obras de los canales de la Mancomunidad. A raíz de las gestiones realizadas por la G.C., trás una sustracción de diversos víveres en la finca "Casas Grandes" de la dehesa de Letur el 6 de junio de 1.945, fue localizado por fuerzas del puesto de Letur, sosteniendo un encuentro en la madrugada del día 7 de Junio de 1.945, en el que resultó herido, consiguiendo escapar.

En 1.945 se le une Felisa García González (a) "Chata", natural del Llano de la Torre, del término de Yeste.

Su actividad se reduce a la supervivencia, aunque disponen de armas cortas y largas, mechas, explosivos y granadas de mano; desconociéndose si con las mismas llevaron a cabo alguna acción de sabotaje. Aunque no carecen de ocasiones evitan su agrupamiento con otras partidas de "huidos" o de la guerrilla.

Sus acciones se prolongan hasta el 19 de Octubre de 1.948, cuando fueron cercados por fuerzas de la G.C. del puesto de Yeste en una cueva del paraje las Huelgas, situado en la cuenca del Río Taibilla. Tras un violento encuentro, con cruce de disparos y lanzamiento de granadas de mano, por ambas partes, manifiestan su intención de resistir antes que entregarse, muriendo en dicho encuentro.

De actuación asociada, con relevancia política y dilatada supervivencia; sobresalen Sixto García Espinosa (a) "Sixto" y "el de Marchena", Juan Sáez Fernández (a) "Alcalde de Nerpio" y Juan Ruiz González (a) "Alcalde de Yeste". Sus alias son indicativos del lugar de nacimiento, como en el caso de Sixto, o de los cargos desempeñados en la administración municipal republicana, en los de Juan Sáez y de Juan Ruiz.

La zona de actuación de estos "huidos" se extiende por la Sierra del Segura en sus límites provinciales con Jaén y Albacete. A su supervivencia contribuyen familiares y amistades de los términos municipales de Santiago de la Espada, Yeste y Nerpio, que les facilitan provisiones e información de los movimientos y pesquisas de la G.C.

En su dilatada trayectoria de "huidos" su actividad se reduce a acciones de aprovisionamiento, intimidación de colaboradores de la G.C., en evicción de delaciones y una escasa acción ofensiva sobre las fuerzas encargadas de su represión.

Para la G.C. esta prolongada supervivencia, supone un reto, que adquiere especial importancia, en el año 1.950 al constituir, quizás, el último grupo que sobrevive de las sierras y campos de Albacete.

El 21 de Mayo de 1.950 son localizados Sixto y Juan Ruiz, en la cueva del paraje Picón de Marchena del término municipal de Santiago de la Espada (Jaén). Cercados el 22, mantienen un violento enfrentamiento con la G.C., con cruce de disparos y lanzamiento de petardos de dinamita y granadas de mano por parte de los "huidos". En la refriega resulta herido un guardia, de un disparo de escopeta, y muertos al resistirse a su detención ambos "huidos".

El tercer "huido", Juan Sáez Fernández, abandonó la sierra con la colaboración de familiares y amigos, trasladándose con documentación falsa a Valencia. La G.C., mediante seguimiento y pesquisas entre familiares y amigos durante el período de Mayo de 1.950 y Agosto de 1.951, logra localizarlo y detenerlo el 22 de Agosto de 1.951 en un piso de Mislata (Valencia).
De actuación individual e intencionalidad de agruparse para la constitución de una partida guerrillera: Andrés Lara Duro (a) "Larita" y Cándido Jiménez Herreros (a) "Timoteo", naturales de Agramón.
Andrés Lara Duro comienza su actividad finalizada la guerra siendo en 1.940 detenido e internado en un campo de concentración de trabajo en Madrid. Evadiéndose del mismo, contactó y actuó con grupos de guerrilleros de la provincia de Valencia. Tras abandonar estas partidas, se estableció en la zona de Hellín, en compañía de Cándido Jiménez Herreros. Su ámbito de actuación abarcaba el sur de Albacete en sus límites provinciales con Alicante y Murcia.

Sus actuaciones se alternaban entre el aprovisionamiento de víveres y armas que facilitaban su supervivencia, y actividades guerrilleras intensas. Andrés Lara era un gran conocedor del terreno, astuto y ágil que le permitió, con el apoyo de amistades de la comarca de actuación, eludir la persecución de que era objeto por parte de la G.C.

Conocida su inclinación política de resistente antifranquista, la G.C. concibió una estratagema consistente en contactar con él a través de una persona que por sus antecedentes políticos fuera de su confianza. Con la propuesta de la creación en la comarca de Agramón de un comité de resistencia encargado de apoyar y controlar la acción guerrillera de aquella comarca.

Realizado el oportuno contacto, aceptaron la propuesta de unirse a la supuesta guerrilla que la organización política le enviaría, fijando día, hora y lugar de encuentro. Realizado el mismo el día 3 de Febrero de 1.950 en el paraje Pocico del Pelícano en el límite provincial de Albacete y Murcia, término municipal de Jumilla. A la cita se personó una contrapartida de la G.C., convenientemente disfrazados de guerrilleros, compuesta por un sargento y seis guardias. Al levantar la partida, sospechas en los "huidos", se produjo un enfrentamiento en el que resultaron muertos ambos "huidos".
A modo de resumen, en el período 1.939 - 1.950, el número de "huidos", calificando como tales a aquellos resistentes armados que abandonaban sus localidades de residencia, ocultándose en campos y sierras sustrayéndose a la acción represiva y a la Justicia del Régimen Franquista, "y no incluyendo en los mismos los detenidos en las diversas localidades de la provincia de Albacete por actividades políticas pasadas e intentos de reconstrucción de actividades políticas y sindicales clandestinas": supera los doscientos. De éstos, se presentaron de forma voluntaria un centenar; siendo eliminados físicamente en encuentros con la G.C. una treintena. Fueron detenidos unos sesenta, y lograron evadirse al extranjero unos doce. Otra docena se ocultó en otras provincias, donde de forma clandestina se integraron entre la población.

En cuanto al número de colaboradores detenidos entre familiares y amistades de los "huidos", la cifra alcanza el millar. Sufriendo no pocos de ellos severas penas en aplicación de la Ley de Bandidaje y Terrorismo.
La sierra del Picacho y el Buey.
Como se puede observar, esta comarca atesora un buen tejido acuífero cuyos pantanos almacenan el agua que será utilizada para irrigar invernaderos y abundancia de explotaciones frutícolas que existen en la zona.
Le tomamos una última instantánea al mojón e inmediaciones y abandonamos la cima de la Cabeza del Asno.
Bonito paisaje al suroeste
Y al noroeste
El track propone retroceder hacia el suroeste, cresteando todos esos picachos que tenemos ante nosotros, hasta llegar a un punto en que suaviza la pendiente, momento que aprovechamos para girar a la derecha, bajando por la ladera hasta conectar con el camino del Altiplano. No parece complicado y vamos bien de tiempo. ¡Vamos allá! 
Lo que vamos dejando a nuestra espalda.
El cresteo no resulta nada peligroso si se observa un mínimo de precaución, escorándose hacia el cortado lo que uno esté dispuesto a arriesgar. Pasos en todo caso, fácilmente eludibles por la solana de esta longilínea sierra.
El cresteo me pareció de lo más asequible y divertido, habida cuenta que dominas el paisaje hacia todos los puntos cardinales. El bastón viene bien, sobre todo en la bajada, pero como hay que utilizar las manos en momentos puntuales para alguna trepada y destrepada, a mí, particularmente, que voy entretenido con la cámara, creo que me hubiera supuesto un engorro. 
Podríamos haber seguido unos metros más de lo que indicaba el track pero llevábamos en mente no llegar tarde para la hora de la comida en casa. Seguimos sus indicaciones y bajamos por esta ladera que aunque bastante inclinada, con irse agarrando al abundante matorral y pequeños pinos existentes en la zona, te aseguras librarte de pegar algún que otro traspajazo.
Hemos observado también que nada más abandonar el vértice geodésico y el cabezo donde se halla enclavado, existe una fácil y corta bajada hacia el camino del Altiplano. Supongamos que de pronto descubro que me he dejado olvidado el móvil en la cima. Pues subiría y bajaría por allí para recuperarlo.
De estas piedras negras encontramos abundancia en toda esta ladera norte de la sierra. Son los residuos de aquellas minas de Hierro que fueron explotadas hasta los años veinte del siglo pasado. 
El alpargatazo por el camino del Altiplano me sorprendió no solo por lo agradable y bonito del paisaje en derredor sino por las constantes sombras que cada equis tiempo refrigeran la marcha. La pista se halla en excelente estado de conservación, apta incluso para vehículos de dos ruedas, y no me refiero a bicicletas que por supuesto. Aproveché también el camino fácil para apretar el paso y recuperar algo del tiempo empleado entre foto y foto.
Ya sabemos que por esta comarca anduvieron escondidos durante bastante tiempo, Larita y Timoteo, aprovechando su buen conocimiento del terreno. La existencia de fuentes para beber sería determinante para preferir esconderse en esta zona. 
Cerca de aquí, las fuentes de la Alberca, del Borbotón y del Agua Amarga. 
Estuve intentando descifrar el porqué de su topónimo. Alguna forma o perfil, alguna hechura que recordara la silueta de una acémila, pero no pude dar con ella, y mira que mientras caminaba lo intentaba...pero no reconocí ni reconozco en ninguno de los muchos ángulos en que fotografié el morrón, ninguna figura de composición que evocara la de un jumento.
En el paraje de La Melera existen unos merenderos y bonitos miradores hacia la rambla del Agua Amarga y campos de Jumilla, apacibles y muy agradables, que me lograron sorprender gratamente.
Seguía sin ver al burro aunque el chiste fácil se presta a la mofa, inclusive en escarnio del que suscribe. Lo dejaremos estar por si las moscas.
Le vamos dando la vuelta al morrón y apenas nos restan unos cientos de metros para llegar al cruce donde nos desviaremos para alcanzar el coche, cerrando así el círculo que iniciamos esta mañana. 
Toda la solana de la sierra de la Cabeza del Asno
Para mejor observación de parte del terreno pateado (estos llegaron un poco más lejos, en dirección Calasparra), adjunto un vídeo encontrado en Wikiloc. Todo un espectáculo, no solo musical sino también visual y atlético; qué envidia (insana) poder constatar la agilidad y destreza con que estos chavales evolucionan por la montaña. Como diría aquel, ¡ahhhh, juventud, divino tesoro...! 

Y dadas las circunstancias, si se nos sigue resistiendo la revelación del pollino, ya lo ponemos nosotros. Desde la sierra de la Cabeza del Asno, el ídem nos saluda y exclama... 
¡HASTA LA PRÓXIMA AMIGOS!