Es preciso ir cogiendo velocidad de crucero y apretar el paso pues, como sigamos así, a la hora de comer no estamos de vuelta en casa.
Pero antes, atisbo unos últimos disparos, teniendo el Azud de Ojós, como fondo de una bella y florida composición fotográfica.
Pero antes, atisbo unos últimos disparos, teniendo el Azud de Ojós, como fondo de una bella y florida composición fotográfica.
Después de haber caminado durante algunos kilómetros por una pista bastante monótona y desértica, cruzamos la RM553 y la casa de Estebita hasta llegar a la Ermita de San Roque.
Desde aquí, se sigue una interminable pista forestal por la sierra de la Navela hasta llegar al mirador del mismo nombre y más adelante al de Ojós, desde los cuales se consiguen unas excelentes vistas de todo el valle, con el embalse y el río, embelleciendo y refrescando el paisaje.
En la parte inferior de la imágen, La casa de la Molineta...por la que pasaremos a escasos metros de donde se encuentra, en dirección al pueblo. A nuestra izquierda queda la sierra del Chinte y el alto del Solvente, desde el que intuímos, debe ofrecer, unas vistas realmente magníficas de todo el conjunto.
El Azud de Ojós, siempre nos ofrece bellas panorámicas...
Desde su mirador...
Desde este mirador hasta el pueblo, no hemos visto nada especial digno de mención. El calor reinante ya era sofocante, y andar por caminos asfaltados lo incrementaban. Una vez hemos atravesado el barrio del Café, Los Toledos, y el parque de las Cuevas, y como llevábamos la hora pegada al culo, hemos decidido no llegar al puente de hierro sobre el río Segura, tal y como proponía el track, para atajar entre las calles y así, abreviar el camino de regreso al punto de partida en la plaza del ayuntamiento.
Últimas fotos a la iglesia de San Juan Evangelista
El Azud de Ojós, siempre nos ofrece bellas panorámicas...
Desde su mirador...
Desde este mirador hasta el pueblo, no hemos visto nada especial digno de mención. El calor reinante ya era sofocante, y andar por caminos asfaltados lo incrementaban. Una vez hemos atravesado el barrio del Café, Los Toledos, y el parque de las Cuevas, y como llevábamos la hora pegada al culo, hemos decidido no llegar al puente de hierro sobre el río Segura, tal y como proponía el track, para atajar entre las calles y así, abreviar el camino de regreso al punto de partida en la plaza del ayuntamiento.
Y para terminar un fotovideo de la ruta...
¡HASTA LA PRÓXIMA AMIGOS!
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