Dicen que cuando no hay pan, buenas son las tortas, de manera que, a falta de ruta, nos hicimos una de paseo, pero en plan turista. Y como la CERRADA DE LA MAGDALENA, nos pillaba de paso en el camino de vuelta, aparcamos el auto, en una vereda junto al río, y con las mochilas a cuestas, nos encaminamos "pal sitio".
Y el sitio es chulo a rabiar, pintiparado para tomarse unas afoticos.
FINAL SEGUNDA PARTE
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