Una vez rodeada la laguna por el lugar referido, me encuentro en la otra
orilla, buscando bordear los bancales para evitar pisar el sembrado.
Entretanto, no desaprovecho la ocasión de ir tomando fotografías a un
paisaje que encuentro de lo más bucólico.
Poniendo ya, sembrados de por medio, respecto de la laguna.
Saliendo al encuentro del GR252. Es un camino precioso y el día en
cuestión, algo embarrado, sembrado de motivos primaverales por doquier,
vamos, a la vista queda.
La ubicua Peña del Manzano.
Cantera de mármol "El Pedrero".
Teniendo al frente, la vista de esta cantera, ya se puede decir que
tenemos a tiro de piedra el coche, y por ende, el cierre del círculo de
nuestro recorrido. Y a todo esto, me pregunto, ¿cómo pijos se me habrá
pasado inadvertido hasta ahora, la existencia de este rincón, de tamaño
paraíso en la tierra, tan ahíto de luz y color primaverales, y por si
fuera poco, tan cerquita de casa...? Y eso que he pasado por sus inmediaciones unas
cuantas veces, echando con la bici, por la carretera de Totana (MU-503) y a la altura de la cantera (sobre el km 30), salirme a mano derecha en dirección a la Casa del Manzano, y por un camino surcado de pedrerío y toboganes, desembocar en la carretera de Avilés y de aquí, a la vaera del "Pasico
Ucenda" donde me daba un baño; pero ignoraba, esa es la verdad, la existencia
de la cercana laguna. Misterios sin resolver, causalidades de la vida, que
diría Iker Jiménez, pero lo que de inmediato me viene a las mientes, es
aquella frase atribuida a Sócrates que dice "solo sé que no sé nada", lo
que viene a decir que el verdadero conocimiento reside en reconocer la
propia ignorancia. ¿Cuántos de estos rincones inopinados de nuestra
geografía murciana, me quedarán todavía por descubrir? Cuantos más conozco,
más consciente soy de los que me faltan por conocer, he aquí la gran paradoja. Por eso, continuando en esta línea de pensamiento, del Lago del Manzano, me traslado, ya a bordo del auto, al acueducto
del Guapero.
Al regreso por la RM503, entre Bullas y la Zarzadilla de Totana, me
detuve un ratico para tomarle unas fotos al acueducto del Guapero, otra
maravilla más, dentro de la faraónica construcción de los Canales del
Taibilla. He pasado por aquí, en coche, moto y bicicleta, tropecientas
veces, y siempre me quedaba con las ganas de acercarme a la gran
infraestructura para ver su aspecto a pie de obra.
El acueducto salva la Rambla del Guapero.
Alto de los Bernabeles
Y antes de enfilar definitivamente para casa, me pasé por Las Fuentes de
Mula, para comprobar los estragos que pudiera haber causado la reciente
gota fría acontecida en el noroeste murciano. En efecto, la avenida
arrambló con todo, y ha dejado el curso del nacimiento del Río Mula, como
desolado (bueno, es un decir, que no hay mal que por bien no venga...), más limpio que el jaspe.
El agua ha socavado algunas zonas, inundándolas, y ha depositado
sedimento en otras, modificando el cauce del río, y por ende, algunas
pozas donde se bañaba la gente, que han desaparecido, algo de lo más
"corriente" que suceda, escrito sea de paso.
Ignoro si habrá sido por los efectos de la Gota fría, pero la placa que
existía aquí, en memoria del desaparecido, José María Ortega, el
promotor de que el agua volviera a surgir en Las Fuentes de Mula (al
cerrarse por sentencia judicial, el pozo de Corral de Comba), brilla por
su ausencia. Es posible que se la llevara la corriente. Espero que la repongan lo antes posible.
Algunos bonitos vídeos que he visto en YouTube, al respecto de la ruta
senderista que nos ocupa.
Imágenes de vídeo capturadas con mi cámara.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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