25 enero 2025

CON LOS AMIGOS SENDERISTAS POR LA SIERRA DE LAS CABRAS II

Durante el refrigerio, a escasos metros de La Atalaya.
Algunas fotos, poco antes de reanudar la marcha hacia nuestro próximo objetivo a alcanzar en el cilindro del vértice geodésico, Las Cabras.
Anabel, Manuel y Antonio
La Atalaya, 2083m., el punto más elevado de estos andurriales, y al fondo, destacando de forma omnipresente, La Sagra, 2384m. Aunque hoy el intenso frío, seguro que por debajo del cero, y el ir en grupo, no permitían el recreo en las vistas, desde esta atalaya, disponemos de panorámicas espectaculares, no solo hacia la ubicua montaña sino también hacia la sierra de María 2.045 m., las prominencias de nuestro noroeste murciano, esto es, las del macizo de Revolcadores, con sus picos Los Obispos 2.015 m.y Revolcadores 1.999 m, Los Odres, 1878m, Mojantes,1611m, Villafuerte, 1743m, Cuerda de la Gitana con Peña Moratalla 1.970 m, Sierra Seca, con sus Picos Morro de Buitre 2.138 m. y Tornajuelos 2.136 m., y en la otra vertiente, ya situados en la provincia de Jaén, el Pico Empanadas 2.107 m., al que tengo ganas de recordar y no descarto hacerle una visita en breve. Por supuesto, que sobre el horizonte, destaca siempre la silueta perenne e intensamente blanca de Sierra Nevada.
Salimos cagando leches para Las Cabras.
Al fondo, el Majal Alonso, a unos nada despreciables 1655 metros de altitud.
A saber la del frío y fortísimos vientos que soportarán esos laricios. De momento, no parece que acusen la plaga del hongo que está aniquilando la población de pino Carrasco de nuestros montes murcianos. El frío debe ser su principal aliado.
Avistando ya el vértice geodésico
Llegando al cilindro del vértice geodésico, 2080m., donde nos hacemos unas fotos de grupo y echando virutas para el Cagasero porque la sensación de frío cortante, glacial, no te permitía permanecer estático durante mucho tiempo.
Reanudamos la marcha a buen ritmo.
Laderas del Cagasero
Pico de Las Cabras, que ya dejamos atrás.
Las bonitas instantáneas de grupo, enmarcados en la espectacular silueta de La Sagra se suceden.
Ahora el guía, busca el cuele por la cabecera del barranco de Prado Guerrero, para encarar la dirección hacia Piedra de la Lobera. Pero en vez de seguir el vallado, como suele ser lo habitual, transita a media ladera, eludiendo el cercado cinegético que tiene a su mano derecha, seguramente para mantener el grupo al amparo del viento.
Descendiendo hacia el lecho del barranco de Prado Guerrero
Remontando hacia Piedra de la Lobera
En vez de seguir el trazo longitudinal del vallado, y por tanto, evolucionar a ras de la cuerda del Cagasero, descendemos unos metros por la ladera para resguardarnos del viento, aunque con ello renunciáramos a las bonitas vistas que se obtienen al Norte, esto es, hacia Cañadas y los montes aledaños a Nerpio, entre otras.
Es este un tramo muy disfrutón que se nota que estábamos gozando.
Otra paradiña técnica para recuperar el resuello y reagrupamiento del personal.
"La Montaña Sagrada", y su típica silueta que semeja la quilla de una descomunal barca invertida.
Paredes del Cagasero. Su cima se eleva a los 2043 metros.
Continuamos, buscando ahora la perpendicular bajada hacia Cortijos del Puerto. No es complicada aunque hemos de llevar cuidado a los deslices, dado lo seco y descompuesto, como mucha piedra suelta, del terreno. Yendo despacico y buena letra, no hay problema. Por aquí el bastón viene muy bien. 
Bonitas tomas del grupo evolucionando durante el descenso.
Al fondo, Loma del Calar de Gimeno
Nueva breve parada para recrearnos ante las monumentales vistas.
Manu y Anabel, mimetizándose con el paisaje.
La linde con la provincia de Granada discurre no muy lejos de aquí.
Proseguimos el interminable descenso, que no me parece nada peligroso si se mantiene en todo momento un mínimo de atención en donde se pisa y apoya el calzado. Más que nada porque en determinados tramos, el terreno se presenta suelto y bastante descompuesto, con abundantes guijarros que puedan actuar como deslizadores rodantes.
Nos encontramos muy cerquita ya de conectar con el Camino Rural Fuente de la Carrasca. Lo más "jodío" de la bajada, ya lo hemos dejado atrás.
Por fin aterrizamos a piso llano, a la altura de una tinada para el ganado que hay por aquí. La conexión con la pista asfaltada que nos lleva a la aldea Fuente de la Carrasca y el consiguiente cierre del círculo, la tenemos a escasos metros.
Tras breve alpargatazo por la referida pista de uno o dos kilómetros, envueltos en agradable charla, llegamos adonde por la mañana habíamos dejado los coches, esto es, en la emblemática fuente que da nombre a la aldea, donde nos hacemos las últimas fotos de grupo con el disparador automático de la cámara, para dar broche de oro a tan bonita y estimulante ruta montañera, siendo lo más importante de todo, que la misma ha transcurrido en buena armonía y SIN NOVEDAD.
¡HASTA LA PRÓXIMA!

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