17 marzo 2023

ÁRBOLES MONUMENTALES DE FUENTE LA SABINA I

Dicen que el pensique y el creíque es cosa de tontos. Y lo digo porque a modo de colofón, pensaba yo que con esta excursión de hoy, daba por finiquitadas, al menos, de momento, mis batidas por estos andurriales, ya que desde el principio tenía claro que frecuentar la villa Fuente la Sabina, sin haberse dado un garbeo por sus árboles monumentales, como que mi visita a estos pagos se quedaba algo incompleta, coja por así decir, si no dejaba registrados algunos de sus árboles más notables, para más señas, el árbol característico y por antonomasia de esta comarca, la sabina, cuyas proporciones de los ejemplares más longevos, pueden dejar boquiabierto al espectador incluso más indolente. Y claro, durante el transcurso de esta excursión, oteando por aquí y por allá, me surgió otra exploración, que dada mi curiosidad, me fue difícil soslayar. Porque a ver, ¿cómo demonios podía dejar zanjada la sierra del Zacatín, sin conquistar, sin echar un vistazo cuanto menos, a la cumbre de Majal Alto? Sí, ya sabemos que no es la cima más elevada de esta sierra, de acuerdo, ni siquiera de las comprendidas en tierras murcianas, a lo largo de toda la Cuerda de la Gitana, conforme, pero antes de cambiar de distrito, entiendo que hay que hollar ese vértice, sí o sí, que además está provisto de cilindro, y comprobar qué de amplias vistas nos puede deparar su atalaya. ¡Adjudicado! ¡Bonita excusa para volver por estos parajes!😊En fin, hasta que ese día llegue, de momento me dispongo a relatar en imágenes lo que dio de sí mi garbeo por los vetustos árboles de Fuente la Sabina.
El recorrido escogido para esta ocasión, no llega a diez kilómetros, y se puede decir, que resulta asequible para casi todo el mundo, por poco que esté acostumbrado a caminar, aunque sea por terreno sencillo de la vía verde y similares, ya que, exceptuando algún que otro repecho, el paseo es muy agradable, casi todo llano, rebosante, eso sí, de buenos paisajes y detalles interesantes para la pupila.
Debo decir, no obstante, con toda la buena intención del mundo, que la mitad del recorrido que discurre al otro lado de la carretera, que nos lleva a conocer el Cortijo de las Rejas y las ruinas de la cortijada Casa Quemada, entre otros parajes, es prescindible si lo único que se pretende es visitar los árboles monumentales que se ubican en la primera parte del recorrido. De este modo, se reducirán los kilómetros de caminata realizados a la mitad, incluso alguno más, y así a bote pronto, se me ocurre buen programa familiar o con amigos, el encargar comida en el merendero, y hacer hambre y hueco en el estómago con este corto pero interesante paseo previo al festín. Yo ahí lo dejo.
Si se hace el recorrido en la primera quincena de marzo, como ya se está viendo, contaremos con el plus añadido de encontrarnos los almendros en plena efervescencia floral, lo que no está nada mal. 
El recorrido es de Anthercas, muy bien descrito por cierto, y me sucedió lo mismo que a él, que traté de localizar la cueva del Ciervo, según marcaba el mapa su ubicación y tampoco fui capaz de dar con ella. Si existe, que no he visto ninguna imagen en Internet que pueda confirmarlo, debe encontrarse más arriba, en dirección a Majal Alto. Merodeando por el supuesto punto de emplazamiento de la caverna, de difícil desenvolvimiento habida cuenta la densa floresta que reina por aquí, fue cuando mirando hacia arriba, sentí curiosidad, trocada en ansia, por las vistas que se me podían ofrecer desde tan privilegiada atalaya, y antes de volver a la pista, la decisión de comprobarlo, ya estaba tomada.
Todo este paraje que vamos fotografiando, que encontramos nada más iniciar la ruta, saliendo desde Fuente la Sabina, tiene por denominación "Rincón de la Marranera", y atesora el aliciente, como antes decíamos, de unos almendros en flor hermoseando el paisaje.
Fuente la Sabina, que vamos dejando atrás.
Hemos llegado al colorido cortijo del Calarico, al que debe brindarle buena sombra por la tarde esta sabina de buen porte. Al llegar aquí, me despisté un poco tratando de fotografiar las ruinas del Cortijo de las Casicas, que aunque sabía que a la vuelta pasaríamos por ellas, quise fotografiarlas desde mi actual posición. Al volver al camino, no advertí que poco más adelante, debía salirme de él a mi izquierda, para registrar una primera sabina monumental de seis brazos, que dejé atrás. Ha de procurarse seguir el track al dedillo, si no quieres perderte ninguna de estas mastodónticas maravillas arbóreas de la naturaleza.
Una morada arreglada, decorada con todo gusto y capricho. Aunque ya dice el dicho que sobre gustos...
Cortijo de las Casicas. Tuvo que ser una hacienda bastante importante. Al otro lado, cae la carretera AB-5010, que cogimos para llegar a Fuente la Sabina.
Está emplazada en un apacible y bello entorno que ya chequearemos hacia el cierre del circuito.
En estos casos, sí que echo de menos andar acompañado, para tener la referencia del verdadero tamaño de estos colosales árboles en comparación con el de una persona.
La enorme sabina que habíamos dejado detrás
Otra de doble tronco de la cual, Anthercas dice lo siguiente: ...con una repisa artificial a base de practicarle una hendidura, cuya finalidad suponemos, era situar una hornacina, para canalizar los deseos y anhelos de las gentes campesinas sometidas a los inciertos avatares de la climatología y plagas, que a menudo echaban por tierra el duro laboreo; cultos, ritos o creencias de épocas remotas, que en algunos lugares aún perviven.
Impresionante el grosor de este tronco que debe estar su perímetro cercano a los cinco o seis metros si no más.
La hendidura que refiere nuestro guía. 
Espectacular el tronco y porte de esta matusalena sabina.
Lo mismo que aquella de cuatro enormes brazos
También vemos algunas a punto de exhalar su última fotosíntesis. Les quedan dos inviernos.
A esta la bautiza Anthercas como la agüela del Calarico. Ya enteca y seca, le queda solo un suspiro. 
Su contigua, una gigantesca encina ya feneció. Aquí echamos un rato preparando la autofoto y sacando de la mochila a un coetáneo de este extinto ejemplar.
El grosor del tronco de esta difunta encina es monstruoso 
Observamos por donde sucumbió, por donde dobló el espinazo. ¿Cuántos años la contemplarían antes del fatal desenlace...?
FINAL PRIMER CAPÍTULO 

No hay comentarios:

Publicar un comentario