Tras el receso, proseguimos la marcha a través de una encantadora zona boscosa cuya senda bajo los pinos parece una alfombra...nos dirigimos hacia el cortijo de Somogil y el río Alhárabe...
Este tramo por pista bajo el inclemente sol, se nos hizo a algunos, un tanto monótono, aunque de vez en cuando nos tropezábamos con algo con que deleitar la vista...duros cuestarrones que subir nos esperaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario