Ya he mencionado en capítulos anteriores, que este recorrido es asequible hasta para senderistas de cotidiana Vía Verde anticolesterol, y no los saques de ahí (conozco algunos casos), porque no precisa de
una extraordinaria condición física para hollar sus picos más eminentes. A
lo chano chano, se puede abordar sin demasiados problemas, incluso con críos
a partir de los doce años, que estén acostumbrados a patear el monte. He
visto algunos vídeos, donde personas que seguramente practican senderismo de
forma esporádica, pueden sudar la gota gorda en algún que otro repecho, y
verse en dificultades, pero son cortos, progresivos y por ello, nada
extenuantes, y desde luego, las vistas ofrecidas con el esfuerzo, compensan
cualquier mal rato que se pueda pasar durante el recorrido. Ahora bien, el
tramo más anfractuoso de esta ruta, considero que es, el que discurre, desde
el pasado cruce, que ya hemos visto y al que habremos de volver, a la cima
de la Peña de Jaén. No es nada del otro jueves pero para llegar arriba,
adonde se encuentra la cruz, habrá que ayudarse en momentos puntuales de las
manos, aunque eso sí, con trepadas de primer grado, de lo más
sencillas.
Sigo viendo bichos por doquier, algunos, como ya se ha visto, de
impresionante factura. Este tramo, de camino a la Peña de Jaén, digamos que
desde el punto de vista geológico, es el que mejor refleja la naturaleza
kárstica de la sierra. De hecho, Mágina es famosa por sus numerosas fuentes
y manantiales, destacando el Área Recreativa de Fuenmayor (con decenas de
cascadas y manantiales), el Nacimiento del Río Cuadros (un hermoso manantial
de montaña cerca de Bédmar) y la Fuente de los Gamellones, además de la
Fuente de los Siete Caños en Albanchez de Mágina y el Nacimiento del Río
Arbuniel.
Y ello es debido a su geología kárstica (roca caliza) que permite la
filtración y acumulación de agua, junto con una rica hidrología subterránea,
que la convierte en una "montaña de agua", generando innumerables
manantiales que han modelado su paisaje, sustentado ecosistemas y dado forma
a la cultura y asentamientos históricos de la zona.
Factores clave: Geología Caliza (Kárstica): La Sierra está formada
principalmente por rocas calizas, que son permeables. El agua de lluvia se
filtra fácilmente a través de fracturas y disuelve la roca, creando redes
subterráneas, cuevas (estalactitas y estalagmitas) y, al encontrar capas
impermeables, brota en forma de manantiales.
Estructura Tectónica: La presencia de formaciones rocosas superpuestas
(series carbonatadas del Jurásico sobre materiales del Triásico) también
favorece el almacenamiento y la emergencia del agua en puntos específicos,
como en el caso del famoso manantial de Arbuniel.
Elevada Precipitación y Altitud: Al ser un macizo montañoso, recibe
importantes precipitaciones que se infiltran, nutriendo estos acuíferos
subterráneos.
Modelado del Paisaje: Esta abundancia de agua ha creado un paisaje rico en
arroyos, huertas y valles, y ha sido fundamental para el desarrollo de la
agricultura (olivares en terrazas) y los asentamientos humanos, que a menudo
surgieron junto a estos puntos de agua.
En resumen, es una combinación de piedra permeable (caliza), una compleja
estructura subterránea y un clima húmedo lo que convierte a Sierra Mágina en
una "montaña de fuentes".
(Información extraída de la IA de Google)
Por aquí, como se puede colegir en la foto, la nieve está congelada, por lo
que hay que pisarla lo menos posible para evitar sufrir un resbalón.
Ya tenemos a tiro de piedra la Peña de Jaén. Antes de subir, hacemos un
barrido a los cerros de sus alrededores.
El más alejado, el que presenta unas antenas en su cima es el cerro del
Almadén, 2036msnm. A la derecha de la imagen, el más próximo a mí, cerro Cárceles o Ponce,
2061m.
A su derecha, el Cerrillo Vaquero, 2012 metros. He visto un recorrido en
Wikiloc, que atraviesa estos cerros, amén de otros lugares, que apunta
maneras, algo más larga que la actual, que no descarto realizar, un día de
estos. Además, los pueblos de estos pagos, son ricos en historia, muy
vinculados con sierra Mágina y las rencillas que tuvieron lugar, entre moros y cristianos, al coincidir por aquí, la frontera entre ambos, y por ello, resultará interesante también, darse una
vuelta por algunos de ellos. De hecho, tanto Jaén como Úbeda, quedan muy
cerca de donde ahora nos encontramos.
Hoy me quedo con las ganas de ir pateando aquella loma. Seguro que las
vistas hacia donde me encuentro ahora, tienen que ser bien guapas.
Hacia la cima de la Peña de Jaén, 2147m.
De donde venimos, pico Mágina.
Karst de Sierra Mágina
El afloramiento del macizo de Mágina constituye un enclave carbonatado de
singular interés geomorfológico, debido a su altitud de más de 2000
metros, que nos permite contemplar un karst supraforestal, con mezcla de
procesos kársticos y periglaciares. Los materiales que conforman este
afloramiento son básicamente calizas y dolomías de edad Triásico
superior-Lías inferior del Subbético Externo de las Zonas Externas de la
Cordillera Bética. Desde el punto de vista geomorfológico, se trata de
karst muy desarrollado que debe su originalidad de formas a la actuación
conjunta de procesos de disolución y periglaciares, apareciendo formas
exokársticas destructivas mayores, principalmente dolinas, clasificadas
como estructurales, litológicas y climáticas, que constituyen el rasgo
esencial del karst, además de formas menores, básicamente un espectacular
lapiaz.
Desde la cima de la Peña de Jaén, enfocando hacia La Serrezuela.
El excelso libro de Juan Carlos García Gallego, publicado en 1998,
Excursiones por el Sur de España-II, dado el tiempo transcurrido,
puede haber quedado algo obsoleto en algunas de las indicaciones y
recomendaciones que hace, habida cuenta lo mucho que se han extendido en los
últimos años, los deportes de aventura y naturaleza, tales como el trekking
y derivaciones de este como el Trail Running, Orientación, Senderismo, etc.,
pero sigue siendo vigente por el impresionante trabajo de campo de que hace
gala su autor. Por si esto fuera poco, también incluye aportes de historia
de lo más interesantes sobre los enclaves en que discurren las excursiones
que nos propone. Yo este libro lo cuido como oro en paño. No olvidemos, que
por entonces, no existían ni los gpeses ni Wikiloc. En fin, el eximio
murciano dice que la Peña de Jaén no forma una cumbre independiente del
vértice de Mágina, sino una antecima o escalón de la cuerda SO, adelantada
hacia el Arroyo de los Prados, de muy bellas panorámicas. El lugar tiene una
gran Cruz de hierro, colocada en su día por el club montañero de Jaén. La
cuerda principal de Mágina sobre los dos mil metros, entre la Peña de Jaén y
La Peña, Sierra Mágina o Cerro Lagunillos, es una compleja plataforma
cárstica de cinco kilómetros, con continuas depresiones, elevaciones y
fracturas, debidas a la erosión-disolución de las calizas y dolomías
(lapiaces, dolinas, úvalas, simas), sin duda, un relieve complejo, accidentado de andar, pero no privado de belleza.
Aquí me tuve que abrigar un poquito, para estar realmente cómodo, porque el
biruji que corría, podía helarme el sudor, que luego vienen las madres mías,
con enfriamientos y resecamiento de goznes de las articulaciones del cuerpo,
que con la edad, ya ni con 3 en 1 se es capaz de lubricar.
Teniendo un día claro, desde este otero se pueden divisar vastas y bonitas
panorámicas en derredor, aunque hoy ya no era el caso porque desde mediodía,
ya venía constatando lo que MeteoBlue me había advertido que sucedería.
Tanto el cielo como las vistas, comenzaban a encapotarse.
El mencionado libro de García Gallego, le dedica un amplio apartado a la
Sierra Mágina, de la que dice:
forma parte geológicamente de las cordilleras Béticas, y dentro de estas,
de las Zonas Externas, tradicionalmente Subbética y Prebética.
Geográficamente ocupa el centro-sur de la provincia de Jaén, donde surge
un compacto bastión calizo sobre la campiña circundante, con la máxima
altura de la provincia, el pico Mágina, de 2.164 metros. La primera
impresión del viajero es acercarse hacia un macizo montañoso compacto, que
emerge bruscamente sobre un mar de olivares. De hecho, sus lindes están
claramente definidos al Norte por la depresión del Guadalquivir, al Este
por la del Guadiana Menor y al Sur por las estribaciones de la Sierra de
Alta Coloma, más la sucesión de cerros menores entre Cambil y Huelma. Solo
el flanco occidental es impreciso, estableciéndose como límite el río
Guadalbullón, idea reforzada por la separación artificial que produce la
autovía entre Jaén y Granada (N-323).
Su emplazamiento cercano a la capital (la vertiente occidental dista 10 km.
en línea recta) hace que sea asiduamente visitada por montañeros y
naturalistas de Jaén. Pero también es este enclave geográfico, escondido
tras las Lomas de Úbeda, y relativamente cerca de las famosísimas Cazorla y
Sierra Nevada, lo que motiva su olvido para el resto de aficionados, incluso
del propio Sur de España (transcurridos 27 años, no es el caso). Sin embargo, Mágina se descubre altiva en la distancia para los ojos que
saben otear el horizonte, como un castillo, o una isla erecta que proclama a
voces su entidad cumbre de la provincia, y, sobre todo, de ser el último
bastión de los dosmiles, la nieve y la alta montaña, que desaparece hasta el
Sistema Central.
Por ley 2/1989 de 18 de julio de la Comunidad Autónoma Andaluza se crea
el Parque Natural de Sierra Mágina, con una superficie protegida de 19900
hectáreas, que incluye el eje principal de la sierra con todas las alturas
de dos mil metros (Almadén, Ponce, Cárceles, Mágina y La Peña o Sierra
Mágina).
Sierra Mágina carece de grandes valles interiores o de los caudalosos ríos
de Cazorla-Segura, sus cursos son escasos y estacionales, obedeciendo a las
pautas que marca el clima mediterráneo, desde la abundancia del deshielo
hasta la sequía del verano. La configuración cónica de la sierra y su
orientación poniente-levante, paralela al Alto Guadalquivir, estructura una
red hidrográfica radial, donde todos los cauces presentan dos
características principales: confluir rápidamente al Betis y servir de
aliviadero a los numerosos barrancos de la sierra. Guadabullón por poniente,
Jandulilla por levante, Bedmar y Torres por el Norte son sus ríos
principales. En cuanto a los valles también son cortos y angostos, la
mayoría no son sino barrancos que descienden por los pliegues de la sierra
como ventanas hacia la periferia del macizo.
Al regreso de la Peña de Jaén, tuve oportunidad, de fotografiar, a otro gran
ejemplar de macho de la
Capra Pyrenaica
en su hábitat, esto es, sobre el terreno en el que mejor se mueve y
defiende, entre peñascos.
La ausencia de grandes valles y ríos interiores es la causa de que los
asentamientos humanos se hayan producido en la periferia. Pueblos y campos
ocupan el piedemonte, escalonando con sus terrazas las laderas hasta donde
físicamente es posible, aumentando el cerco y la sensación de aislamiento de
Sierra Mágina. Esta peculiar configuración permite que todos los pueblos
puedan visitarse por buenas carreteras, circunvalando el macizo:
Torres, Albanchez de Úbeda, Jimena, Bedmar, Jódar, Belmez de la Moraleda,
Huelma, Cambil, Pegalajar.
Mágina fue la sierra magna para los romanos, o la morada de los genios para
los árabes, estando habitada desde tiempos prehistóricos, como lo atestiguan
las pinturas paleolíticas de la Graja y El Morrón (Torres y Jimena), la
Cueva de los Esqueletos (Albánchez), o los yacimientos eneolíticos de la
Cueva de los Majuelos (Pegalajar). También fueron numerosos los
asentamientos ibéricos y romanos: Xandulilla en Jódar, Campaniana entre
Bédmar y Albánchez, Cerro Alcalá entre Mancha Real y Jimena, que pudo ser
Ossigi Latonium, ciudad romana citada por Tito Livio, o la Gyrisena ibérica
aludida por Plutarco. Aunque lo más llamativo para el viajero son los restos
de castillos y atalayas, la mayoría construidos durante los siglo IX-X por
los musulmanes, que desde las conquistas de Fernando III el Santo, en la
primera mitad del siglo XIII, hasta 1485, año de la toma de Cambil por los
Reyes Católicos, serán importantes baluartes de la frontera Subbética entre
el Islam y Castilla.
Precisamente la Reconquista, con el reparto de tierras entre los caballeros
que habían contribuido en la lucha, propiciará la concentración de propiedad
en latifundios, tendencia que se verá favorecida por la venta de los bienes
de las Encomiendas Militares y su transformación en señoríos laicos durante
el siglo XVI, más tarde acrecentada por la expansión de los latifundios
olivareros del incipiente capitalismo comercial agrícola del XVIII y las
desamortizaciones del XIX. Historia que ha determinado el paisaje actual, al
propiciar la concentración patrimonial, la expansión del monocultivo del
olivar y la desolación forestal que envuelve a Mágina.
Las alturas de la sierra tampoco quedaron exentas de la transformación. De
hecho, no fueron excluidas, como las de Cazorla y Segura, con mayor
rentabilidad maderera para el estado, de las desamortizaciones, y tampoco
han gozado de la protección que han tenido aquéllas frente a usos y
prácticas deforestativas, como el clareo de bosques para el aprovechamiento
ganadero, talas de carboneo, consumo local o industrias vidrieras, agravadas
porque Mágina, a medida que crecen las extensiones de cultivos, queda como
la única isla de madera frente a los pueblos comarcales. Además, la zona
arrastra desde el siglo XIII una larga tradición ganadera, heredada de los
tiempos de guerra entre moros y cristianos, donde era preferible tener los
bienes con patas para poder huir en caso de necesidad. Aunque la importancia
ganadera descenderá con el continuo avance de los campos, siempre ha
persistido manteniendo todavía dos razas propias:
la cabra blanca andaluza y la oveja montesina.
Mágina es así el contraste entre los panoramas subdesérticos hacia el
Guadiana, los cerros de olivos en las Lomas de Úbeda, los campos de cereales
en los Montes Orientales, las escaleras de huertos y vegas en sus ríos, los
bosques de encinas y pinares y, sobre todo, los perfiles de calizas y
dolomías de sus altas cumbres.
Ahora vuelvo sobre mis pasos, y sin tener que llegar al cruce ya conocido,
atajo en bajada a mi derecha, para interceptar el sendero que la cartografía
denomina Vereda de Sierra Mágina, que lleva dirección hacia el
también ya conocido Collado del Puerto.
La mole de La Serrezuela, también tiene buena pinta, y algunas de las
excursiones que propone García Gallego, la incluyen, junto con las que
afrontamos hoy.
El hoyo circular fue en su día un pozo de la nieve. Es de suponer, que sería
mucho más profundo. Que por cierto, he visto algunas publicaciones en
Wikiloc, de colegas pateando la Mágina invernal con nieve,
en un día radiante de sol, que me parecen apoteósicas. ¡ Qué envidia! La publicación luce muy currada, profusa en información de
lo más interesante.
Sigo el serpenteante sendero hacia abajo, sin parar de ver bichos por
doquier. Como ya dije antes, hay muchos senderistas que prefieren hacer este
recorrido a la inversa de como yo lo estoy haciendo, esto es, afrontando
este tramo del camino en subida. El paisaje en derredor, sigue siendo
extraordinario. Sin duda que el palizón de coche ha merecido la pena.
En un punto del sendero, nos encontraremos con este aprisco, que se puede
inspeccionar en detalle
AQUÍ
La alargada silueta de la Cuerda del Milagro.
Como la cabra siempre tira pal monte, he atajado un poco, tirando recto
hacía mi derecha, bajando por la ladera en dirección al barranco de
Covatillas. Estoy viendo plausible la maniobra en el gps y no puedo
resistirme, así me ahorro repetir el tramo del Collado del Puerto.
Arriba quedan las cumbres ya sometidas y la sensación siempre reconfortante
de la misión casi finiquitada sin novedad.
He desembocado en el sendero, pero ya muy cerquita del Camino de la
Tosquilla, que tampoco me limito a desandar lo andado sobre él sino que
atajo, cerro abajo, tirando recto hacia la Cañada de las Cruces, donde tiene
su enclave el ya familiar cobertizo.
Cuando La Serrezuela quedaba a nuestros pies, no nos parecía tan imponente y
altiva. Ahora vuelve a adquirir su impronta de cumbre formidable.
Imagen de lo más bucólica.
La cuerda regia de Mágina, cuyas muescas de los dosmiles, ya han sido
grabadas en la culata de mi humilde historial de aventuras senderistas.
Ya solo me queda, relajado y satisfecho, emprender el camino de vuelta a
casa, rememorando las jugadas más interesantes del recorrido que han tenido
lugar, sabiendo que el tratar de plasmarlo mediante imágenes en este blog,
será una nueva forma de reeditarlo, vivirlo y disfrutarlo, evocándolo quizás
mañana, cuando con el corazón y las piernas ya no pueda.
Llevaba mi antigua cámara de vídeo con buen zoom, con la que acerqué, a algunas de las criaturas y prominencias de las inmediaciones del recorrido que se hallaban distantes respecto de mí.
Una recopilación de algunas de las fotografías tomadas en esta ruta,
amenizadas con algo de la música que fui escuchando ese día.
Algunos de los vídeos que visioné, antes de emprender mi particular
aventura por Sierra Mágina. Reportajes gráficos, amenos y currados ambos,
con dominio en la edición de vídeo.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
















































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