23 diciembre 2024

CON LOS AMIGOS SENDERISTAS POR LA SIERRA DE RICOTE II

Abandonamos Los Almeces pero la fiesta senderista continúa. Ahora nos asomamos a la cadena de cortados del Cabezo de los Machos, donde se presenta la ocasión de inmortalizar a algunos de mis compañeros, enmarcados en tan espectacular entorno.  
Estas capturas hacia el paisaje que tengo a mi frente me resultan de lo más interesantes porque estos días, en diferentes incursiones, estoy pateando la sierra de la Pila, y observar El Caramucel desde aquí, donde en su vértice estuve hace unas jornadas, me proporciona una perspectiva de conjunto extraordinaria, de parte de la accidentada orografía del corazón de Murcia.

Tras dejar atrás un tramo de coqueto sendero boscoso en descenso, enlazamos con una estupenda pista forestal que viene del Oeste, de los campos del Cagitán de Mula, muy frecuentada por ciclistas de montaña. Entretanto, las grandiosas vistas hacia el vasto horizonte se suceden.
La villa de Blanca, sierra del Solán y asomando el azud de Ojós, acercados con la potencia y magia del zoom.
A nuestra izquierda, dejamos un mirador que preferimos eludir. 
El cicerone nos llevaba a pijo sacao porque, de lo contrario, no nos daba tiempo tomarnos la correspondiente cervecita y sus típicas  tapas en el bar Tiope de Cehegín.
Nos salimos de la pista, buscando la cuerda de los Cuernos, un paraje senderista muy emblemático de estos contornos.
En un momento dado, nos cruzamos con dos parejas de senderistas que posiblemente se hallaran haciendo el mismo recorrido que nosotros pero a la inversa, esto es, afrontando Los Cuernos en subida, a la contra de las manecillas horarias. 
Anabel disfrutando en su hábitat.
El recorrido por esta parte de la sierra de Ricote se torna espectacular. Al ritmo que marchaba el grupo, me resultaba imposible recrearme en tantos detalles como advertían mis pupilas. Otro día, tengo que hacer en solitario, al menos el tramo de los Cuernos.
Acercándonos a la maroma de los Cuernos 
Por aquí, las peñas donde posturear se presentan y ofrecen a tajo parejo. Con mis amigos Mariano, Pedro y Anabel y la cámara, lo disfruté de veras.
¡Será por fotos...que no haya miseria!
De este rico valle de Ricote, cuyos huertos y cítricos los riega el Segura, fue expulsado el último reducto morisco que quedaba en la península en tiempos de Felipe III (1615). Se trata el asunto en el enlace ya compartido en la primera parte. Quién sabe si muchos de nosotros no seremos descendientes de aquellos. 
La orografía de por aquí, con vistas hacia el vasto horizonte ricoteño se me antoja espectacular. Ni la evidente marchitez de un monte mustio, sin color junto con la aridez de un terreno cuasi desértico logran eclipsarla. 
La sierra de Ricote, se orienta de SO a NE (Suroeste-Noreste), ubicándose el paraje de Los Cuernos, en el rabillo final de la sierra hacia Ricote. Esta postrimería compuesta por un cresterío de peñascos, bien accesibles para el senderista acostumbrado a patear el monte, ofrece vistas despejadas hacia los cuatro puntos cardinales. El paisaje oteado en derredor, cuasi lunar, se presenta espectacular. Desde mi privilegiada posición, observo el progreso de mis compañeros por entre el agreste terreno y entre otras prominencias, distingo el muro de la Sierra del Chinte y el Alto del Solvente (407m). 
Desde mi posición en la zaga me dediqué a inmortalizar algunas de las evoluciones de mis compañeros por entre la fotogénica escarpadura.
Nuestro eficiente guía reclamando su cuota de pantalla. Se mueve en el monte como pez en el agua.
Sierra del Chinte y La Navela.
FINAL SEGUNDA PARTE

No hay comentarios:

Publicar un comentario