Otro de los días durante nuestra estancia en Cantabria, decidimos permanecer en Noja y aprovechar para darnos un tranquilo paseo por la villa y sus inmediaciones. Dio la casualidad que había cierta expectación entre los lugareños porque era el segundo día de mareas vivas que acontecía en la costa. El gobierno cántabro tenía activado el plan de emergencias, en previsión de los daños que se pudieran producir por causa de las fuertes pleamares que se esperaban en las próximas jornadas, según se comentaba, las más importantes desde hacía 32 años, con altas posibilidades de que se originaran desbordamientos en infraestructuras y muelles. El gran contraste que se producía entre la bajamar y pleamar causaba asombro a propios y extraños, originando bellas y curiosas estampas que no habían visto ni los propios nojeños. En este artículo se describe la razón de tan singular fenómeno natural, que por aquellos días de septiembre, tenía lugar en toda la cornisa cantábrica. En la fotografía inferior, playa del Ris y al frente, Punta de Quejo Menor y su coqueta playa de El Sable.
Desde la Playa del Ris, siendo testigos de lo insólito y singular de una muy acusada bajamar.
Mirando hacia Isla
Islote de San Pedro y ermita de San Pedruco
Las bonitas postales se suceden...
Nivel de bajamar infrecuente. Había que aprovecharse.
Las Gafas Gigantes de Noja.
Palacio de los Condes de Isla, situado en Isla, Arnuero, Cantabria.
También llamado de los Condes de Isla-Fernández es un palacio de estilo clasicista regional construido a finales del siglo XVII.
Su primer propietario, Juan Fernández de Isla fué obispo de Cádiz y arzobispo de Burgos y mandó construir este palacio en torno al año 1670, además de restaurar la iglesia parroquial en la que se encuentra su capilla funeraria.
El Palacio de los Condes de Isla, de planta rectangular y dos alturas posee arcos de carpanel y profusión de escudos nobiliarios y eclesiásticos y elementos de arquitectura herreriana. El edificio se asemeja a los demás palacios de la comarca de Trasmiera, zona de afamados canteros que participaron en la construcción de grandes catedrales españolas.
En la fachada principal, orientada al sur, dispone de un único arco escarzano previo a un zaguán que da paso a la vivienda en sí. Su estructura es sólida y dispone de huecos y ventanas de pequeña dimensión, lo que sirve para reforzar su carácter sobrio, casi defensivo.
El piso superior del palacio, separado del inferior por una imposta lisa, tiene un antepecho en el centro, con balcón de hierro, flanqueado por dos escudos del arzobispo fundador, y dos ventanas adinteladas en los laterales.
Tiene cornisa moldurada, rematándose el tejado por bolas herrerianas. Los otros edificios son similares a éste, destacando la capilla, en forma de torre, de gran sobriedad.
En el interior se conserva una importante biblioteca y los retratos de la familia fundadora.
El Palacio de los Condes de Isla fue declarado Bien de Interés Cultural en 1992 y no tiene un régimen de visitas, al ser propiedad privada.
Declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento en el año 2002, dicen que alberga uno de los mejores retablos barrocos de Cantabria. Nos hubiera gustado echarle un vistazo a su interior pero no logramos dar con la mujer que amablemente te la enseña. Perderme por estos pueblos o aldeas me encanta. Por pequeñitos que sean, la mayoría cuentan con una iglesia o edificio monumental que desde la distancia descolla y llama la atención. No te queda más remedio que acercarte a ver de qué se trata. Por aquí discurre un tramo del camino del Norte hacia Santiago, donde existe un albergue a escasos metros de la parroquia. Bonito y tranquilo lugar donde descansar y pasar la noche.
Torre de Cabrahigo, también llamada del Condestable y El Torrín, es una torre medieval cántabra situada en el barrio de Gracedo, en Isla, siendo una de las tres torres medievales que posee esta localidad. Construida probablemente en el siglo XIV o XV, se sabe por un documento del siglo XVII que perteneció primero a la familia Velarde, uno de cuyos miembros fue nombrado en 1473 condestable de Castilla, título perpetuado en herencia, después a un Herrera y finalmente a la familia Isla.
Está ubicada sobre una colina y construida en piedra de mampostería con esquinas y vanos de sillería. Posee una planta rectangular; dos de sus lados miden 11 metros de longitud, mientras que los otros dos miden 9. Cuenta con cuatro plantas cuya altura total es de 12 metros, que están rematados con almenas. Posee una gran escasez de huecos, uno de ellos abierto después de la pacificación del territorio durante el reinado de los Reyes Católicos.
Este bucólico paisaje es de lo más frecuente en la Cantabria rural.
Esta zona de Ajo es muy bonita, y con tiempo, mochila a la espalda y cámara en ristre, ¡cuánto me hubiera gustado patearme todos estos contornos! Pero me quedé con las ganas. Aquel es el río Campiazo que se funde con la ría de Ajo, donde existe una playa idílica y nudista, metros antes de su desembocadura en el mar.
Otro artístico y pintoresco lugar es el llamativo Faro de Ajo, que alcanzamos tras un largo paseo, ya que el recinto, aunque gratuito, se encuentra acotado para vehículos. Parece muy visitado y su singularidad, aparte su gran colorido radica en que ofrece un cuadro y aspecto diferente según el ángulo desde el que se mire.
Ubicado en el punto más septentrional de la costa cántabra, sobre una peña y acantilado elevados a 68 metros del mar, el faro fue inicialmente construido en 1930, dado los frecuentes naufragios que se producían por aquí, siendo derruido y olvidado más tarde por largo tiempo hasta que se reconstruyó en 1980. A la torre iluminada se la puede divisar desde una distancia aproximada de 25 kilómetros.
La vistosa torre que hoy se erige en la Punta del Rostro, fue ornamentada no hace mucho, en 2020, por el artista de talla internacional, Óscar San Miguel, más conocido como "Okuda". Óscar San Miguel Erice (Santander, 19 de noviembre de 1980), es un pintor, escultor y diseñador español, especializado en arte urbano, realizando obras de gran formato con figuras fragmentadas en formas geométricas y fuerte policromía.
Nos hubiera gustado visitar también la cercana a este punto Cueva de la Ojerada, pero habíamos reservado comida en un restaurante de Noja, del que habíamos quedado arregostados y decidimos dejar la visita para otra ocasión que luego no se produjo. Al regresar a Noja, fuimos testigos de lo mucho que había cambiado el paisaje costero respecto de la mañana.
El fuerte oleaje casi llegaba a las gafas.
Peñón del Águila
Divisando desde la distancia la torre de la parroquia de San Pedro Apóstol, en Noja.
Nos encontramos en el apacible "Molino de las Aves" y Marismas de Victoria y Joyel, de Noja, lugar muy visitado de los aficionados a la ornitología, siempre equipados de buenas cámaras y zoom kilométricos.
El agua de la marisma de Victoria es semi salobre, mezcla de agua dulce y salada.
Paseando por los alrededores de Noja; vistas desde la playa de Trengandín.
Esta iglesia data del siglo XVI y presenta un estilo gótico tardío. Su interior alberga valiosas obras de arte religioso, como retablos y tallas de madera.
El inmenso mural que existe en el Templete Plaza de la Villa, lugar de reunión habitual de los nojeños.
El atardecer en Noja me deparó las siguientes imágenes, mientras enfocaba hacia la torre y entorno de la parroquia de San Julián, de Isla.
FINAL SEGUNDO CAPÍTULO
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