01 abril 2023

PEÑA JAROTA III y FINAL

Desciendo por esta ladera, buscando un camino que toma dirección oeste hacia Las Quebradas. Debe ser el que utilizan los senderistas que vienen de Nerpio para llegar hasta aquí. De hecho, el sendero hacia La Jarota se halla magníficamente bien señalizado, con algún que otro mojón, incluso con indicación hacia el GR7, al que se puede conectar siguiendo la dirección que nos lleva a las ruinas del cortijo de Beteta y la ermita de la Rogativa, y desde estos enclaves, al camino viejo de Zumeta (trecho del GR7, de sur a norte, que viene de Cañada de la Cruz, pasando por la Fuente de los Almeces, Calar de la Santa, etc, con dirección Moratalla).
Ya hace bastante calor y el albugíneo camino describe unas circunvalaciones que procuro evitar al modo atraviesa montes.
Me dirijo hacia aquella elevación, que por esta cara parece de acceso muy asequible. Tras aterrizar en el collado de Martín Gómez, sigo una pista que más adelante veo por el gps que monte adentro se extingue pero antes, me deja cerquita de La Jarota Chica. Siento sobre el rostro una temperatura abrasadora más propia de junio y por evitar el típico resfriado ocasionado por el sudor y el enfriamiento de este con la brisa que debe soplar allá arriba, me resisto a quedarme en manga corta, aunque las sensaciones físicas me lo imploran.
Paredes de Peña Jarota vistas desde su hermana La Chica.

Si no fuera por efecto de los aeroplanos, hoy luciría un cielo celeste, inmaculadamente azul, como los de antes.
Collado de Martín Gómez. Tras visitar la Jarota Chica, enfilo por aquí, en mi intención de conectar con un camino que viene de la Matanza. El tramo de monte poblado de pinos jóvenes me lo encontré agostado y polvoriento. ¡Como no llueva esta primavera, menudo verano nos espera! Sin descartar esa verdadera Espada de Damocles que amenaza de forma persistente a nuestros montes, el incendio. Catástrofe ecológica; fuego abrasador (muchas veces provocado) que no cesa.
Al pie de esas paredes anduvimos hace un rato.
Campos de Las Quebradas
En lo alto de La Jarota Chica, a 1429 metros. Al contrario de lo que sucede en su hermana grande, aquí hay muy poco espacio para desenvolverse de modo que hemos de hacerlo con extrema precaución y cuidado, ya que hacia el norte, como hemos visto, se presenta un cortado importante. 
El balcón mirador que se nos ofrece desde aquí, también es digno de visita. 
Después de habernos colado por el referido collado y aterrizar en el camino, seguimos la dirección del cortijo ubicado en el paraje La Matanza. A propósito de este topónimo, ni que decir tiene que he intentado averiguar algo al respecto y me he encontrado con que es un apelativo de utilización bastante frecuente, inclusive en ámbito nacional, de hecho existe una aldehuela perteneciente a Fortuna (Murcia) que desde tiempo inmemorial, utiliza también este nombre para denominarse. Nuestra historia, la de España me refiero, ha sido tan belicosa, tan rica en invasiones y reconquistas que no me extrañaría nada que por aquí hubiera acontecido alguna refriega importante durante la Reconquista o Guerra de la Independencia.
De La Jarota chica ya se puede colegir la importante caída que presenta desde la cima. Y ahora que observo estas fotografías, no sería mala idea, un día de estos, intentar trepar por aquí y plantarse en sus mismas barbas para conseguir la foto de un enclave que no creo sea muy frecuentado, salvo por jabalíes y cabras.
Ya he pasado al lado murciano, a circunscripción moratallera por mejor escribir.
Asomando la perilla al caserío La Matanza.

Cerro del Salvalejo, 1659m, que con esto de los topónimos, a veces te haces un lío porque lo he leído referido como "Selvalejo" y hasta por "Serbalejo". Lo mismo sucede con Puerto Hondo, villorrio muy cerquita de aquí, siguiendo el GR7 en dirección a Cañada de la Cruz, que lo he oído de boca de los lugareños más antiguos, mencionarlo como Puerto de los Conejos.
Las hermanas Jarota capturadas juntas. Me han gustado mucho las dos. Creo que volveré a visitarlas.
Hay por aquí una encina monumental, que al observarla de forma más detenida, parece que son dos muy juntas pues distingo sendos troncos. Si vuelvo por aquí, trataré de echarle un vistazo, ya que hoy me pillaba algo distante desde el camino.
Un tornajo (abrevadero) de cemento para el ganado.
Mirando hacia Villafuerte
Últimas capturas hacia Peña Jarota, objetivo principal de nuestra excursión de hoy. Misión cumplida,
Yendo por el camino y llegando a las inmediaciones de la Fuente de los Almeces, existe un barranco que viene del paraje La Guiscanera, que sospecho, puede alojar una senda que nos baje por vía directa hacia el sendero GR7, adonde he dejado el coche, ya que los verticales e insalvables cenajos (calares de la Fuente del Pino) se interponen en nuestro camino para el atajo. Será cuestión de investigar en otra ocasión o consultar a algún lugareño que conozca bien la zona, ya que hoy, por no complicarnos la vida hacia el final de ruta, decido seguir el camino hasta el cruce con el referido GR7. Un alpargatazo final bajo sol inmisericorde y sensación de polvo en suspensión (lo arrojado por los aeroplanos) que me deja palarrastre.
Y llegamos al final de nuestra excursión hacia las peñas Jarotas, que pese al escandaloso vertido de aerosoles, nos ha parecido muy productiva y divertida. Ya de vuelta por el Camino Viejo de Zumeta (tramo del GR7), y antes de converger con la carretera RM-702 que viene de Archivel, me detengo unos instantes en el paraje Los Estrechos, para tomar estas fotos de los farallones del Calarico del Hambre.
Y con esto y un bocadillo de magra, en el siguiente episodio nos veremos en La Sagra. 
¡HASTA LA PRÓXIMA!

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