09 marzo 2016

ADENOW 2016 I

La Adenow 2016 me fue muy bien. Mejor de lo que a priori podía pensarse. Oye, al día siguiente es que tenía las piernas como nuevas, como si tal cosa. Estupendas. Yo creo que fue la opípara cena con que estos de Adenow nos agasajaron y con ello nos recuperaron a todos. Pero en honor a la verdad, esos cuarenta kilómetros campo a través es que amilanan a cualquiera. Siempre te queda la duda de si el tío del mazo, en algún momento del recorrido, te tocará la mochila para soltarte el sopapo. Y la hora de salida. Comenzar a andar a las cuatro de la mañana, unas cuantas horas de noche, con la luz de los frontales, hasta que amanezca, es que también acojona un poquillo. Pero bueno, la hora de salida, el no conocer el recorrido, el aura especial de la prueba que en los momentos previos al inicio, reina en el ambiente, las sonrisas de la gente, las mochilas a la espalda, los candiles en la frente, todo eso forma parte de la marca de la casa, sello distintivo de la Adenow de siempre. Vamos, que no engañan a nadie esta gente. Con quince años de historia en su haber, a ver que vamos a decir de nuevo, si ya sabemos de antemano que aquí se viene a disfrutar, en momentos puntuales a padecer, pero sobre todo a conocer las bonitas montañas que tenemos en las sierras del Noroeste. 
En fin, lo mejor era no pensar en que había que llegar al Calar de la Santa atraviesasierras desde Caravaca. Pasico a pasico, disfrutando del andar en compañía de la santa compaña porque eso parecíamos ¡menudo espectáculo! volver la vista atrás y ver la larga hilera de almas en pena iluminadas, caminando en procesión cada cual hacia su particular purgatorio o vía crucis.
Claro que, palos con gusto no pican, así que...
Hacía un frío del carajo. No para congelarse o correr riesgo de sufrir una hipotermia aguda, pero cuando llegamos al observatorio cerca de la Peña Rubia, después de esa subidica que nos hizo tanta pupa, todo sudando y tal, esos minutos que tuvimos que esperar en la primera parada técnica para reagrupar al personal, a más de un@  escuché como le castañeteaban los dientes y temblequeaba su gorro en la frente. Pero fue cosa de cinco minutos porque enseguida reanudamos la marcha y de pronto amaneció y hasta la orografía del terreno se volvió más amable, más simpática, menos agreste.

En la imágen de abajo podemos observar la forma que adopta el recorrido para hacernos una idea de su perfil, que parece casi recto y llano, con la subida al Pajarón que fue el plato fuerte de la jornada, la cota más elevada, en el ecuador más o menos de toda la ruta. Con 1580 m creo que debe ser el segundo pico más alto del término municipal de Caravaca. El primero lo ostenta el de Mojantes.
  Pues nada, vamos con las instantáneas porque como en mí suele ser habitual, en cuanto desenfundo, una vez ha salido el solecico, es que ya no paro. Dejémonos de más cháchara y por orden de disparo, esto es lo que dio de sí la cámara.
El Cerro de las Muelas
Mis amigas lorquinas, ¡qué simpáticas y guapas son y como les gusta la Adenow...!
¡¡¡¡¡¡¡¡Increíbleeee...quien dijo fríoooooooooo!!!!!!
FINAL PRIMERA PARTE

1 comentario:

  1. Que chulas tus fotos!! Tus amigas lorquinas te mandan un beso grande!! Tenemos una ruta pendiente por aqui, no lo hemos olvidado!!

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