02 agosto 2012

DESDE EL CENAJO POR EL RÍO SEGURA (DESPUÉS DEL INCENDIO) II y FINAL

Así a bote pronto, es de temer que al quedarse desnudas las sierras colindantes al río, si llueve con fuerza este otoño, la erosión arrastrará toneladas de ceniza y tierra hacia el Segura...en fin, tengo la esperanza de que, las correspondientes administraciones repoblarán cuanto antes las zonas afectadas porque estoy seguro que la ribera, en cuestión de poco tiempo, lucirá tan bella, exuberante y lozana como siempre.
Es preciso poner de manifiesto mi reconocimiento hacia todas esas personas, que una vez declarada la catástrofe, participaron con riesgo de sus vidas y denodado esfuerzo, en la extinción del incendio. A esas personas siempre hemos de estarles agradecidos. Es la cara y cruz del hombre, siempre tan capaz de lo mejor y también de lo peor.
Después de haber vagado por la calcinada pesadumbre del infierno, tocaba volver hacia las agraciadas tierras que se habían salvado del incendio. Y Viky no ganaba para sustos. Otro insignificante escollo que no fue capaz de superar. Existe un paso hacia el otro lado del río, que hoy está muy deteriorado y abandonado a su suerte. Antaño, tres cimbreantes tubos metálicos, a través de los cuales se habían ensamblado unos palets, hacían las veces de un improvisado puente que resultaba muy práctico. Pero hoy tienes que tener dotes de equilibrista y un puntillo de intrepidez a lo Indiana Jones si quieres cruzarlo. Máxime si andas solo y con tu perrita en brazos. Mejor no pensar si a mitad del recorrido, resbalas, te entra canguelo y acabas...¡ahhhhhhhhhh, río abajooooooooooooo!
  Ella, miraba por donde tenía que pasar, me miraba a mí, miraba al río y con su patita delantera me decía ¡tururúuuuuuuu!
 Me tocaba recrearme en mi suerte y volver a por ella.
Pero por fortuna, no hubo que lamentar ningún contratiempo.
Aprovechamos una agradable sombra en mitad del río para tomar un tentempié...
Al otro lado había una acequia (en donde refresqué mis pies) que regaba un extensísimo y verdísimo campo de arroz.
  Un campesino, con mono azul y sombrero de paja me observaba...
  El hombre, acercado gracias al zoom de la cámara.
Parecía como castigado, con los brazos en cruz...mejor no imaginarse como tenían que estar de doloridos sus hombros...¡anda que si la penitencia de este hombre tiene que prolongarse hasta que aparezca el primer grano de arroz...! ¡Menudo suplicio!
Con tanto calor, no comprendo como podía ir de manga larga...
Está claro que la gente del campo está hecha de otra pasta...
¡Y me quejaba yo de que comenzaran a dolerme los pies...!
Terrible contraste entre la exuberancia y belleza de Cañaverosa y la zona carbonizada en los aledaños del río que ya hemos ilustrado unos metros más abajo...
Bonitos tramos del recorrido de nuestra excursión al regreso
De nuevo en la presa, pero desde el otro lado...
Este sí que tiene que ser un buen chorro para darse una ducha que te relaje todo el cuerpo...
Y hasta aquí llegó mi paseo de aquel día por entre la presa del Cenajo y el río Segura, incluido el tramo andado que había sido pasto de las llamas. El pantano del Cenajo, aguijoneó mi curiosidad una vez más y decidí indagar un poquito más acerca de su historia.

"Los ilustres Ingenieros de Caminos D. Ramón García Hernández y D. Luis Gaztelu Maritorena, desarrollaron un vasto plan de obras de defensa contra las inundaciones titulado “Proyecto de Obras de Defensa contra las Inundaciones en el Valle del Segura”, firmado en el año 1.886, a raíz de las reiteradas riadas, especialmente la espantosa y nefasta avenida del 1 5 de octubre de 1.879, conocida por el nombre de Santa Teresa, cuya noticia transcendió incluso las fronteras españolas, y que dio paso a la celebración en Murcia del “Congreso contra las Inundaciones de la Región de Levante” en marzo de 1.885, en el que salieron los estudios de los citados ingenieros..."

Y este documento fotográfico editado en PDF nos da idea de la infraestructura humana, técnica y material que tuvo que darse para la realización de tan faraónico proyecto.
Bien se ve que fue menester fundar una ciudad, con sus casas, barracones, iglesia, escuela, cine, etc, para albergar durante años a todas las personas y sus familias que, de un modo u otro, intervinieron en la construcción del pantano.

Maravilloso y memorable artículo sobre José Torán, ingeniero de caminos.

 Impresionante aspecto de la presa durante su construcción...
¡HASTA LA PRÓXIMA AMIGOS!
 

1 comentario:

  1. Un saludo. Me alegro mucho de que las fotografías de la construcción de la presa del Cenajo hayan sido del agrado de los visitantes a tu blog. Para mí es un lugar de culto, al que acudo frecuentemente cuando preciso tranquilidad. Lástima de incendio criminal que ha arruinado los escasos parajes naturales de mi municipio, Hellín.
    Si os apetecen muchas más fotografías, aquñi teneis mi página en PANORAMIO, o bien también a traves de Google Earth.
    http://www.panoramio.com/user/6576673
    Un saludo
    Antonio Callejas Gallar

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