02 diciembre 2022

POR EL CASTILLO DE MULA IV

Al día siguiente de mi aventura por entre la Muela de Albudeite y el Castillo de Alcalá, (un domingo de noviembre de 2022) emprendí mi incursión hacia el Castillo de Mula. Dejé estacionado el coche en unos aparcamientos ubicados frente a una vistosa glorieta, ornamentada con esta recreación ferroviaria. No muy lejos de aquí anda la antigua estación del tren. Pretendo seguir parcialmente el itinerario de la "Senda del Tiempo", bien indicada y balizada, aunque también se puede inspeccionar y descargar el track en Wikiloc. En mi caso, es lo que hice.
La villa de Mula atesora un extraordinario patrimonio histórico, arquitectónico y cultural, producto entre otras razones ancestrales, del eminente papel que hace unos siglos, desempeñó en el conjunto del reino de Murcia, pero se puede afirmar sin ambages, que de todos las obras que han quedado como muestra de aquel glorioso pasado, es el Castillo de los Vélez, el más emblemático, el más visible, conocido y reconocible para la mayoría de los ciudadanos. De hecho, en su momento fue declarado "Bien de Interés Cultural de la Región de Murcia y Patrimonio Histórico Español". Por tanto, en Mula hay mucho que ver, rincones con solera, dignos de visita, recomendables incluso con asistencia de cicerone, pero el humilde bloguero senderista que suscribe, no da abasto y por tanto, se centrará durante su breve excursión, en fotografiar cuanto monumento le salga al paso, amén del castillo y sus aledaños, dadas las bonitas panorámicas que se divisan desde su enclave.
Pronto llegamos a la plaza del ayuntamiento
En la plaza del ayuntamiento se encuentra la Parroquia de San Miguel, y justo a su frente, la Torre del Reloj (declarada Bien de Interés Cultural), constituyendo entre ambos vetustos edificios, un conjunto monumental de lo más representativo del municipio.
Monumento al Tamborista
La Noche de los Tambores, que se celebra cada Martes Santo, se ha convertido en la fiesta más emblemática de Mula. De esta manera se entiende que en un privilegiado lugar de la plaza del Ayuntamiento como es junto a la Torre del Reloj, otro elemento imprescindible ya que es quien da paso al toque del tambor, se colocase en el año 2000 el Monumento al Tamborista realizado por el escultor valenciano Rafael Pi Belda. En él se representan a dos tamboristas tocando una “pangana”, momento en el que uno frente al otro redoblan sus tambores haciendo zurrir las pieles.
Observaciones
Uno de los tamboristas lleva un ladrillo roto en recuerdo del terremoto acaecido en Mula en 1999, año en que se iba a instalar el monumento, pero que se pospuso al año 2000.
Era domingo, y se celebraba una de las primeras misas del día, en la Parroquia de San Miguel. Me resultó curioso que las puertas se encontrasen abiertas de par en par, supongo que por motivos covid o quizás se trate de una costumbre de esta parroquia o del sacerdote en cuestión, hasta que no lleguen los intensos fríos del noroeste murciano. Como se ha podido leer en el enlace a Wikipedia, el interior alberga numerosas obras de arte y hasta un museo (Esta parroquia cuenta con un museo de pintura realizado por la donación de Doña. Pilar de la Canal viuda de Don Pedro Luis Blaya en 1940, familia con afición a la compra de arte y la donación fuera para que sirviese para decorar la iglesia después de la desolación de la guerra, hay pinturas desde el XVI al XX. Se encuentran cuadros procedentes de Francia, Holanda y México entre otros, cuadros de todo tipo en madera, lienzo, cobre, cristal y con todo tipo de marcos. De temas variados, religiosos, mitológicos, etc.).
Viento de Levante
Los orígenes del convento se remontan al siglo XVII. La iglesia y el monasterio sustituyeron a la antigua ermita de Ntra. Sra. de los Olmos del siglo XVI, de la cual sólo queda la torre del campanario.
Voy ganando altura y el pueblo de Mula, se abre como un abanico a mis ávidas pupilas y por ende, al sensor de la cámara. Ya comienzo a notar el fuerte viento de levante que sopla en la cumbre, sobre todo ahora, que voy caminando por una senda, otrora donde se hallara construida una contramuralla conocida como albacar. Solo por las vistas hacia la villa y los montes bien delineados que se divisan en derredor, merece la pena el esfuerzo de hacerle una vista al castillo de Mula. Mi lema es que no haya miseria en cuanto a subir fotos a San Google se refiere, total, me va a cobrar lo mismo y así quedan recogidas "en la nube", mis andanzas por esos caminos de dios. 
Hacía un porrón de tiempo que no venía por aquí, sobre todo si lo comparamos con mi etapa de asiduo ciclista aficionado, (anterior a 2010) en que cada equis tiempo, para "probarme", me gustaba escalar esprintando, el fuerte repecho que existe de subida a la fortaleza. Porque se puede llegar en vehículo y disfrutar de estas magníficas vistas, por la cara que da al mediodía, con un leve paseo a pie, a través de un sendero bien señalizado, que discurre alrededor del castillo. 
El cerro testigo y la cornisa explanada donde quedan ubicados los restos de la que fuera, la "Fortaleza de Alcalá", cuyo origen, como ya se ha dicho, NO es volcánico, a pesar de que por su hechura, lo sugiera. ("La creencia popular afirma que las sierras aledañas a la ciudad son de origen volcánico. Esto se debe a la extraña forma del montículo sobre el que se asientan las ruinas del castillo de la Puebla de Mula, antiguo arrabal de la ciudad. Sin embargo, este montículo está formado por los mismos materiales sedimentarios que el resto de la cuenca del río Mula, se trata de un paquete de margo-calizas coronado por un estrato de calizas. Este tipo de montes son conocidos como muelas por su fisonomía, que es de donde se cree que proviene el nombre de la localidad, que evolucionó del latín Mola al actual Mula").
Desde estas atalayas, dotado de prismáticos y un buen zoom, se puede otear y disfrutar lo que se quiera. Horizontes lejanos para dilatar la mirada y dejar que la mente se eleve y vuele.
Monumentos emblemáticos de Mula que ya hemos recorrido y conocido a pie de calle. 
Ermita Nuestra Señora del Carmen, vista por su retaguardia.
FINAL CUARTA PARTE

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