18 septiembre 2012

CITA A CIEGAS CON AITANA II y FINAL

Ahora me dedico a seguir las evoluciones del grupo, incluida la Viky que con todo el mundo tiene que ver. ¡Cuánto se nota que lo disfruta!
Un hito formado con piedras, marca la cima suplente de Aitana, ya que el verdadero vértice geodésico se encuentra dentro del perímetro protegido por una alambrada que rodea la base militar. Anduve oteando con el zoom de la cámara por si veía algo o alguien a lo que echarle el ojo y puedo afirmar que aquella mañana podríamos haber conquistado la auténtica cima (1557m) pues sospecho que nadie nos lo hubiera impedido, ya que no se atisbaba, salvo nosotros, a cristiano o militar en muchos kilómetros a la redonda.
Aquí tenemos a las simpáticas y aguerridas montañeras del grupo posando para mi humilde cámara. De izquierda a derecha, Nicolette, Paqui, Marian, Toñi, Lola, Raquel y Nemo.
En descenso hacia el cierre del círculo.
Desconocía que pudiera existir una planta (árbol) tan longeva, cuya vida terrenal llegara a los 2000 años, de modo que, la información que nos brindó nuestro guía sobre el tejo, despertó todo mi interés.
He indagado un poquito más y aquí dejo información extra sobre el tejo que viene a complementar la muy interesante charla que sobre este fascinante árbol nos ofreció nuestro amigo Pepe Tárraga.

El tejo es un árbol de entre 6 y 12 metros de altura, aunque puede llegar a alcanzar los 25. Propio de zonas frescas y húmedas, sus hojas son aciculares, de un verde muy oscuro, y la corteza presenta unos bonitos tonos rojizos. Fructifica a partir de los 20 años (los ejemplares jóvenes con frutos que suelen venderse en viveros y floristerías son ejemplares injertados con otras especies).


Este "tejazo" precioso y bien adulto que pongo ahí abajo, tiene ya unos cuantos cientos de años, y vive en Asturias, en Bermiego. Parece ser que el peor enemigo de este milenario árbol es el hombre, y resulta fácil presuponer por qué.
Abundando sobre este verdadero matusalén, se ha constatado la existencia de tejos de más de 2.000 años. Su madera se utilizó durante la Edad Media para la construcción de arcos y lanzas, aprovechándose para ello las ramas, ya que la mayoría de las legislaciones prohibían cortarlos. Los arqueros ingleses medievales tenían preferencia por los tejos del norte de la Península Ibérica, cuya madera es más resistente a la vez que flexible.
La longevidad del tejo lo ha configurado en las culturas celtas como el árbol de la eternidad, algo similar al ciprés en las culturas mediterráneas. También se le ha considerado como un árbol especial a la hora de celebrar pactos, acuerdos, reuniones vecinales, concejos y otras solemnidades que se llevaban a cabo en la proximidad de un gran tejo en muchos lugares de Europa.
Todas las partes del árbol son extremadamente venenosas para el hombre, excepto la parte carnosa del “arilo”, que es como se denomina el fruto rojo del tejo. La semilla que se encuentra dentro del fruto es especialmente tóxica. Sin embargo, muchas aves consumen los frutos enteros sin problemas y ayudan a su dispersión al expulsar la semilla en sus excrementos. Especialmente interesante es el papel que juegan los zorzales que suelen consumir los frutos del tejo y los del acebo, formando en la zona donde estas aves son abundantes, importantes bosquetes combinados de estas dos especies.
 Desde hace unos años, se ha descubierto que la sustancia tóxica del tejo, el “taxol”, es un potente anticancerígeno, y se emplea en los tratamientos con quimioterapia. Antiguamente esta sustancia servía para provocar envenenamientos, para untar las puntas de las flechas y hacerlas más mortíferas, y para conseguir un rápido suicidio cuando el enemigo no dejaba otra escapatoria.

 Para terminar, existe un dicho popular que dice “Tirar los tejos” cuando se intenta ligar, y es que antiguamente las chicas de los pueblos echaban una rama por encima de la cabeza de los chicos que les gustaban, de ahí la famosa frase que todo el mundo conoce y que hasta que pepe no nos habló del tejo, a mí por lo menos, nunca se me había ocurrido relacionar la dichosa expresión con tan místico árbol.

En el siguiente corto de vídeo, podemos asistir a una sana y muy didáctica discusión entre Antonio y Pepe.
Tratan de dirimir la verdadera causa del porqué en la sierra de Aitana, exista la suficiente humedad como para que, no solo puedan vivir varios tejos sino que, la sierra luzca relativamente verde a pesar de que nos encontramos a finales del estío.

Antonio sostiene que es debido a las brumas que diariamente impregnan de humedad la sierra de Aitana.
Tárraga opina por el contrario que es la lluvia quien le proporciona ese plus de humedad respecto de otras sierras.
Afirma que por aquí llueve mucho.
Alguna relación ha de existir entre la abundancia de lluvia y la profusión de fuentes de agua buenísima de que gozan por aquí.
Todos convenimos en que ambos pueden tener su parte de razón.

Por último, Pepe Tárraga nos da una lección magistral del porqué el origen y posterior florecimiento de la industria del helado en Alicante. Fueron verdaderos precursores en España de su especializada elaboración gracias a los pozos de la nieve. Los de sierra Espuña fueron posteriores y en imitación a los alicantinos.
Cuando alguien pone en tela de juicio tal aseveración, sentencia  “UNO ES GRANDE CUANDO ES HUMILDE Y RECONOCE LO QUE NO TIENE...” que nos deja a todos patidifusos y ante el tímido intento por mi parte de ensalzar las virtudes “ de lo murciano” frente a lo alicantino, alega: yo no vengo a competir con nadie, solo vengo a disfrutar la montaña allá donde quiera que se encuentre...(que me deja in albis).
 Menos mal que Antonio acude al rescate y suelta...la huerta, tenemos la huerta de Europa. 
Y por ahí obtengo el lenitivo que necesitaba.

Y vamos llegando al final. La fatiga quiere cobrarse su parte de cuota, que junto con el calor, comienzan a mermar las fuerzas del grupo. Todos, en mayor o menor medida, estábamos deseando llegar a los coches para dar por concluida tan intensa e interesante aventura.
Mi cita a ciegas con Aitana había sido todo un éxito, cumpliendo y superando todas mis expectativas y aunque es probable que pase algún tiempo antes de que vuelva a visitarla, disfrutaré, no tardando mucho, de una nueva cita con la montaña, como decía Pepe, allá donde esta se encuentre.
Y para finalizar, un generoso a la par que amable camarada de aventura, excelente fotógrafo, por cierto, nos tomó desde la distancia, esta excelente captura que me viene pintiparada para utilizarla como cabecera de este blog. Gracias amigo por este regalazo.
¡Hasta la  próxima amigos!

1 comentario:

  1. Muy bonito TODO. Da gusto comprobar como has disfrutado de esta actividad. Todos disfrutamos.
    Pero es cierto que algunos que llevamos mucho tiempo con estas actividades pasamos por alto esos pequeños detalles que tu nos has hecho recordar. Esa frescura en tu relato siempre es bien venida y nos hacer recordar esos momentos que solo se viven en el monte y en un grupo como este.
    Gracias y que nos acompañes en más ocasiones.
    Miguel Camacho

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