18 mayo 2023

BOGARRA, POR LA RUTA DE LAS ESCULTURAS Y EL ARROYO DEL BATÁN V

Bajando agua abundante, debe considerarse esta cascada entre las más espectaculares de toda España. La altura del salto debe estar en torno a los treinta metros si no más, y desde luego, el entorno más inmediato le acompaña, ya que parece un exuberante vergel. Igual exagero algo, y la catarata no deja de ser del montón pero en todo caso, estas cascadas del Batán, deben estar entre los lugares más bonitos de la hermosa comarca de la Sierra de Segura y Alcaraz. Porque donde fluye el agua, triunfa la vida y se embellece el paisaje. He podido disfrutar de la visión de un precioso y artístico vídeo, filmado durante las copiosas lluvias del año pasado, que cada minuto grabado vale un potosí. Imágenes increíbles. Entonces sí caía agua a mansalva por aquí.
Aquí podemos ver a la joven y simpática pareja con la que coincidí en este idílico rincón de la Sierra de Segura.
Comparado con el caudal que se aprecia en el vídeo, ahora parece raquítico, aún así, el paraje sigue luciendo grandioso.
Por lo ya contemplado, resulta palmario que la visita a estos paradisíacos rincones, supone el descubrimiento de uno de los parajes más bellos de la vecina Albacete.
Absorto, hechizado por el fragor de las cristalinas aguas que en torrente se precipitan y fluyen en este rincón de fantasía, procuro no dejar ni un detalle de los que advierta sin fotografiar...aún tenemos que superar dos o tres niveles hasta ubicarnos al pie mismo de la catarata y esa sensación de expectación, de regodeo previo al culmen del decorado definitivo, el éxtasis del momento, me encanta, y por ello intento recrearme, no perder detalle, disfrutando de este instante, todo lo que permitan mis sentidos.  
Aunque nunca estamos libres de que esta armonía que ahora predomina, pueda verse puntualmente alterada por una disonancia en forma de energúmen@ que con su podredumbre intrínseca, mancilla y perturba la belleza y cadencia que reinan por doquier.
Ya sí, ya nos encontramos en los tobillos de la cascada, aunque no puedo acercarme demasiado por no velar el objetivo de la cámara con la fina y refrescante lluvia que cae sobre nosotros. El momento es apoteósico para el que sabe apreciar la belleza allí donde se manifiesta y revela. 
En la ruedecita, clicad a la máxima calidad ya que por defecto, parece que se reproduce en la más baja. Ya veréis, agua a pajera, ¡qué hermosura, qué grandiosidad...! Mi más sincera enhorabuena a su autor.
FINAL QUINTO CAPÍTULO

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