27 enero 2023

EL ZARZALAR DEL RÍO TAIBILLA (NERPIO) I

La bonita excursión que transcurre por el río Taibilla, y que me propongo ilustrar a continuación, ya quedó registrada en este blog en septiembre del 2015. Fue la que hice con Eloy y Viky, la caniche del Burete frondoso, aquella criatura peluda y de cuatro patas que en aquel tiempo se hallaba en todo su esplendor, cuando gozaba de plenas facultades físicas. ¡Qué bien se lo pasaba la tía, o al menos, eso parecía! Le he dado un repaso a aquella entrada bloguera, por aquello de no repetirme demasiado, y debo confesar que me invade la nostalgia. Después de la lógica tristeza que emana de un sentimiento de pérdida, me reconforta el saber que en este mismo espacio en el que nos hallamos ahora, dispongo de infinidad de testimonios gráficos que evocan parte de los inolvidables momentos vividos junto a esa criatura añorada, única e irrepetible que mientras viva y antes de reunirme con ella, llevaré siempre indelebles en mi corazón y memoria.
Me gusta hacer "El Zarzalar", de vez en cuando, unas veces solo y otras acompañado. Siempre supone un disfrute, placer absoluto el que te proporciona este paseo fluvial a lo largo del río Taibilla tras su paso por la coqueta población de Nerpio. Nunca decepciona y si haces el recorrido circular con desvío hacia el pantano, de catorce kilómetros más o menos, ya te digo yo que haces gasto calórico y hueco suficiente en el estómago para degustar con ansia y voraz apetito, cualesquiera de las viandas con que te puedan obsequiar en los buenos y encantadores restaurantes del pueblo, aunque eso sí, tendrás que reservar con varios días de antelación, porque de lo contrario, te quedarás sin hueco, aunque dependiendo la temporada en que hagas la excursión (si no hace excesivo frío o calor), podrás recurrir al socorrido picnic de siempre, al aire libre y por las inmediaciones del embalse, que como plan familiar, tampoco está nada mal, e incluso, puede uno intentar encontrar plaza de comensal en el Sabinar, pedanía moratallera a pocos kilómetros del Zarzalar.
Pero tampoco hace falta que te pegues el julepe de todos esos kilómetros, si no estás muy acostumbrado a caminar. La mayoría de ocasionales andarines y turistas que acuden por aquí en familia, quiero decir con niños de corta edad, hacen el recorrido por el río, entre Nerpio y el Cortijo del Tovarico, o viceversa, ida y vuelta, sin complicarse mucho la vida ni sudar la gota gorda, resultando también buena tirada de excursión e igual de atractiva y divertida para todos.

Otra alternativa muy razonable y más liviana consiste en hacer el recorrido a la contra de las agujas del reloj, esto es, saliendo del "Complejo rural Las Nogueras de Nerpio", en el casco urbano, se toma el camino hacia la salida del pueblo que pasa por detrás de la gasolinera, el campo de fútbol y las piscinas, tramo que coincide con el Gr-7 que une Andorra con Gibraltar y con el Gr-66 o "sendero castellano manchego", que atraviesa esta comunidad de punta a punta (este sendero es un Gran Recorrido que cruza Castilla-La Mancha de norte a sur; 600 km que atraviesan Guadalajara, Cuenca, Albacete, Aragón, Andalucía y Murcia).

Llegaremos al "Parque de los huesos", (que en la última ocasión encontré algo desangelado) también denominado "Parque Memorial Roque Martínez López", desde el cual divisaremos una amplia panorámica del cañón del Taibilla. Descenderemos, en vez de subir, por la "Cuesta Colorá" que coincide con el Gr-68 o "Ruta Circular de la Sierra de Segura" hasta llegar a Villa Carmen, cerca del pantano de Taibilla, donde nuestro camino comienza a encajonarse a la par que embellecerse por ir franqueando parajes y rincones de extraordinaria belleza.
Si hacemos la ruta en este sentido, alcanzaremos brillante remate, la traca final hacia el epílogo de tan fluvial recorrido. Su frondosa y variada vegetación riparia (rosal silvestre, escaramujo, Zarzamora, pino Carrasco, Nogal, Juncos, Baladres, etc), proporciona abrigo a una ingente variedad de especies que obtienen de este medio su paradisíaco hábitat natural.
El río Taibilla forma parte de la cuenca alta del río Segura. Discurre por el municipio albaceteño de Nerpio y entre los límites de Yeste y Letur, antes de desembocar en el río Segura aguas abajo del Embalse de la Fuensanta. Tiene una longitud total de unos 57 km y una pendiente media del 1,3%.

Nace a partir de las aportaciones del río Acedas y de varios arroyos y barrancos de la vertiente septentrional de la sierra de las Cabras, a saber, arroyos de Molino, de Bogarra, de Huebras y barranco Blanco. Después del embalse, sigue recaudando otros tributos como los del barranco Lebrillo, de Cabeza Cano, arroyos del Roble, de los Duendes etc, hasta la TOMA del canal del Taibilla en que el caudal se esfuma como por ensalmo.
En 1927 se estableció la Mancomunidad de los Canales del Taibilla con la finalidad de llevar agua del río Taibilla a la Base Naval de Cartagena, asimismo a la población de esta ciudad y a las de Murcia y Orihuela. La primera fase del proyecto culminó en 1945 y supuso un hito en el crecimiento y el desarrollo de todo el sureste español. Con cerca de 200 kilómetros de longitud, en su día fue el canal de abastecimiento cubierto más largo de toda Europa​. Uno sigue su trazado a través de la cartografía y se queda realmente admirado de lo que tuvo que suponer su construcción, aún hoy en día considerada una obra de proporciones faraónicas.
Sin embargo, desde finales de los años 50 del siglo XX, la Mancomunidad de los Canales del Taibilla viene derivando íntegramente el caudal del río Taibilla, resultando en la completa desecación del mismo en un tramo de 6 km entre la Presa de la Toma y la aldea de Vizcable (Nerpio,Yeste), punto a partir del cual recupera un pequeño caudal (inferior al caudal ecológico) de varios manantiales y del Arroyo de Las Herrerías​.

Esta situación de intensa degradación ambiental ha propiciado la creación de una plataforma ciudadana denominada Taibilla VIVO, que reclama la implantación de un caudal mínimo, la restauración ambiental del tramo afectado y compensaciones para los municipios de Nerpio y Yeste por los perjuicios ocasionados​.
En fin, nunca llueve a gusto de todos y lo que es bueno para algunos, es malo o no tan bueno para otros, así ha sido siempre, aunque las reivindicaciones de los damnificados "taibilleros" me parecen a mí de lo más legítimas, protegidas al parecer por la ley de protección ambiental. A ver si las partes en conflicto llegan a algún tipo de entendimiento y se obtiene un equitativo reparto y consecuente satisfacción para todos. Aunque comprendo que dada la escasez de nuestros recursos hídricos, siempre tendrá prioridad el abastecer de "agua para beber" a la comunidad, por encima de otras consideraciones de índole ambiental o ecológica. Y en todo caso, todo dependerá de la coyuntura meteorológica, esto es, de la hidrografía y pluviosidad que tenga lugar en la zona. Por lo ilustrado en los vídeos, me parece razonable que si el pantano sobrepasa el 60% de su capacidad, libere parte de su caudal, al legítimo álveo que por acervo histórico le corresponde. Que en temporada de sequía, se dé preferencia al agua para beber en las poblaciones surtidas por el canal del Taibilla y sus derivaciones. Ahora bien, que esta se aproveche de forma óptima, sin derroche, cuestión siempre puesta en tela de juicio cuando de la proliferación de piscinas de uso privado se trata. Pero ¡ay amigo!, es la batalla por el agua de siempre, un conflicto recurrente entre ciudadanos con el que en este blog, ya nos hemos tropezado en repetidas ocasiones. Llueve sobre mojado porque ese bien tan preciado es motivo de disputas, luchas intestinas y hasta guerras encarnizadas entre los hombres desde tiempo inmemorial. Y si ya sacamos el tema de la manipulación del clima para que no llueva. Destrucción de pantanos y el término "aguatenientes"...;¡Mamá turrón, para qué quieres más! Mejor lo dejamos aquí.
El observador avezado ya habrá constatado que mi visita a estos parajes tuvo lugar cuando el pantano se hallaba casi al completo de su capacidad. Fue allá por junio del 2021 (yo he llegado a verlo casi vacío del todo). Lucía precioso y exuberante como atestiguan las imágenes. Esta zona es muy querida y frecuentada por mí. Me resulta muy socorrida a la par que amena para disfrutar en moto de las carreteras de buen estado del firme y escaso tráfico que hay por aquí. Y lo más importante, no muy lejos de casa. Entre las cuatro esquinas y aledaños que componen ese rectángulo imaginario que engloba a las poblaciones de Caravaca, Nerpio, Yeste y Socovos, incluida Letur y Elche de la Sierra, entre otras, existe toda una comarca de rutas mototraileras a cual más interesante y divertida, repleta de carreteras zigzagueantes, idóneas para el recreo y disfrute pupilar del piloto. Aunque siempre hay que llevar cuidado y conducir con precaución porque a determinadas horas, las irrupciones inopinadas de animales sobre la calzada (jabalíes, conejos, ardillas y cabras) están a la orden del día. Y durante el invierno, zonas de umbría donde placas de hielo acechan traicioneras durante semanas.   
Así lucía el pantano en junio del año 2021. Pero en abril del año siguiente se exhibía todavía más rebosante. Yo creo que por entonces, la Mancomunidad de los canales no opuso ni excusa ni pretexto para no satisfacer las legítimas reivindicaciones de los de Nerpio, Letur y Vizcable. 
Obsérvese cómo el río Taibilla, en su desembocadura hacia el embalse, inundaba la pista que viene de la presa con dirección a la carretera de Nerpio. Espectacular. 
Pasé con la moto con los güevos en el galillo.
Pero sigamos disfrutando con las postales que nos depara el embalse del Taibilla. Lugar que debería ser de obligada visita, una vez en la vida, cual Meca para un musulmán, para todos aquellos que nos duchamos y saciamos la sed con agua del grifo, merced a la solidaria cañería que nos la trae. 
Bueno, a partir de aquí, comienzan las fotografías de la ruta de los zarzales propiamente dicha, que realicé en el sentido horario, dejando la subida de la Cuesta Colorá para el final. Al menos, que sudara la camiseta. Las fotografías precedentes las hice antes de llegar a Nerpio.
En la RED existen multitud de enlaces y vídeos que nos describen la ruta, aunque está muy bien señalizada y no tiene pérdida. En mi caso, salvo cuando la hago acompañado de parientes o amigos, prefiero hacerla en día laboral, por aquello de no encontrarme con el trasiego de gentes pululando de un lado para otro, que sobre todo tiene lugar los fines de semana y fiestas de guardar.
A partir de aquí, una vez sobrepasada la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales), atravesando el tablón es cuando comienza el tránsito por el cañón del río Taibilla, es decir, lo guapo del recorrido.
En estas paredes resulta frecuente encontrarse evolucionando a los aficionados de la escalada. Las vías se pueden apreciar a simple vista.

Esta pasarela bamboleante ya es emblemática y la escala de troncos que nos vamos a encontrar después, también.
Las siguientes ocho capturas corresponden a una incursión distinta a la que estoy ilustrando. Era fin de semana y ya se puede verificar la afluencia de público que tenía lugar por estos contornos y lo bien que se lo pasaba la gente. En esa ocasión hicimos la ruta a la contra de las manecillas para que resultara más liviana, dejando lo más vistoso, divertido y llevadero para el final. 
Eran gemelos sí, idéntic😊s.
Por estos pasos no exentos de cierta dificultad y por tanto de aventura, las familias se lo pasan de miedo. Es una ruta muy asequible y divertida, sin duda. Ahora que veo a esta chica utilizar el móvil para hacerse una autofoto, no está de más advertir que no es la primera vez que he visto sucumbir a un teléfono bajo las gélidas aguas del río Taibilla. Si permanece poco tiempo sumergido y se extrae rápido, se ha de introducir en un recipiente con arroz, y mantenerlo así por espacio de una semana, para que este le absorba la humedad y alguna esperanza nos quede de recuperarlo, pero en todo caso, muy remota, esa es la verdad. Lo sé por propia experiencia(😊).
En el 2015 había cuerdas para agarrarse. Ahora existen cadenas, que supongo más sólidas y duraderas. Por si alguien se lo pregunta, la profundidad de las aguas no alcanza ni a las rodillas.
Antiguamente había por aquí una estrecha pasarela hecha de tablones. Viky la cruzaba como si tal cosa. Todo fuera por no tener que remojarse, algo que la hacía entrar en pánico, bloqueo emocional y ansiedad severos. Obran en mi poder fotos y vídeos que así lo atestiguan.
El aprovechamiento, limpieza y despeje de la ruta, fue promovido en su momento, hace ya algunos años, por el "Complejo Rural Las Nogueras de Nerpio" desde la Asociación de Turismo y cofinanciada con fondos Leader y la empresa "Camping Las Nogueras de Nerpio". Se brindó a este recorrido de las infraestructuras que hoy se disfrutan y que permiten atravesar el cañón de forma segura y amena. Cruzaremos en repetidas ocasiones el río de una margen a la otra, a través de unas pasarelas tabloides, que pondrán a prueba nuestro sentido más básico del equilibrio. El único riesgo, llevarse un remojón que en invierno puede acarrearnos un severo constipado, trocado si te descuidas en covid persistente. 
FINAL PRIMERA PARTE

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